
La maravillosa ciudad de Newport es conocida como el lugar de veraneo de la elite de Nueva Inglaterra, además de serlo por sus famosas mansiones. Se encuentra a 3hs y media de Nueva York y a una hora y media de Boston.

Newport es una ciudad rodeada de agua en sus extremos sur, este y oeste y es un placer muy grande pasear observando su arquitectura colonial, sus acantilados y calles empedradas.

La paz envuelve el lugar mientras paseás y visitás museos y tiendas. Además, es un paraíso para los amantes de los deportes náuticos, el tenis y el golf.

Una caminata para no perderse es la que se hace por el acantilado, recorriendo las famosas mansiones de Newport por el Newport Cliff.

Paseo por el acantilado de Newport
3.5 millas de historia, belleza y aventura por el Newport Cliff walk. Es, junto con las mansiones de Newport, una de las atracciones más populares. Una vez que comiences a caminar por el camino comprenderás por qué.
Este Sendero Nacional de Recreación, designado como tal en 1975, recorre 3.5 millas a lo largo de algunas de las costas más bellas de toda Nueva Inglaterra. Gran parte de ella pasa por la propiedad en la que se encuentran muchas de las mansiones de Newport. En algunas zonas, no verás el sendero y caminarás por las piedras.
En el siglo XIX, las familias acaudaladas y destacadas a nivel social como los Vanderbilt y los Astor, llegaron a Newport escapándose del calor agobiante de la ciudad para refugiarse en sus “cabañas” costeras.
Solo un aristócrata entendería a qué se referían por “cabaña”
Construidas en la época previa a los impuestos a las ganancias, a las leyes anti monopolio y a otros niveladores, cada mansión que se construía era más grande que la anterior y gozaba de una estética que a Luis XIV le hubiese gustado.

Con el paso del tiempo, la proliferación de estas familias convirtió a Newport en la capital de las regatas de los Estados Unidos y garantizó un flujo constante del turismo del “estilo de vida de los ricos y famosos” durante las décadas siguientes.
En la actualidad, alrededor de una docena de las viejas “cabañas” están abiertas al público, incluida The Breakers, un palacio de 70 habitaciones del estilo del renacimiento italiano construido para Cornelius Vanderbilt II.

Con un diseño y proporciones desmesuradas, el palacio tiene 23 habitaciones, un salón comedor de 223 metros cuadrados bañado en oro e iluminado por candelabros de casi 4 metros de altura y una fabulosa sala diseñada para representar un patio italiano al aire libre, con un techo de color azul cielo de casi 14 metros de altura.
Las obras comenzaron en otoño de 1893 y finalizaron en el verano de 1895; para la construcción, fueron necesarios 2,000 trabajadores y artesanos, incluido un grupo de maestros artesanos traídos especialmente de Europa.
Si bien ninguna de las otras mansiones de Newport es tan grande como The Breakers, algunas le siguen de cerca. Marble House, construida entre 1888 y 1892 para William, el hermano menor de Cornelius Vanderbilt, fue la precursora del resto de las mansiones y posee mármol valuado en USD 7 millones en un diseño inspirado en la Petit Trianon de María Antonieta en Versalles.
Los 21 kilómetros cuadrados están repletos de otros ejemplos de impactante arquitectura de los siglos XVII y XVIII, incluidas 83 estructuras adquiridas por la Fundación de Restauración de Newport, creada por la heredera tabaquera Doris Duke en 1968.
La fundación es propietaria de todas las mansiones y se ocupa de mantenerlas; las mansiones bajo su administración tienen un cartel que dice “NFR”. La mayoría se alquilan en forma privada. La propia mansión de Duke, Rough Point, está abierta para realizar visitas.