El Año Nuevo Chino 2026 (también llamado Festival de Primavera) vuelve a marcar el mayor movimiento humano del planeta. Se estima que el período de celebraciones generará más de 3.000 millones de desplazamientos dentro y fuera de China, impulsados por el reencuentro familiar, el turismo interno y los viajes internacionales. No es solo una fiesta: es un fenómeno cultural, social y económico de escala global.
En 2026, el calendario lunar inaugura el Año del Caballo (inicio previsto a mediados de febrero, con celebraciones que se extienden durante unos 15 días). El Caballo simboliza energía, avance y cambio, valores que se reflejan tanto en las tradiciones como en la magnitud del movimiento turístico que acompaña a esta fecha.
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Un récord de viajes que redefine la movilidad global
El llamado Chunyun (la temporada de viajes del Año Nuevo Chino) concentra el mayor flujo de pasajeros del mundo. Millones de personas regresan a sus ciudades natales tras meses de trabajo o estudio, mientras otros aprovechan el feriado prolongado para viajar.
- Transporte ferroviario: columna vertebral del Chunyun, con trenes de alta velocidad operando al máximo.
- Vuelos domésticos e internacionales: fuerte repunte hacia destinos del sudeste asiático, Japón, Corea del Sur, Europa y Estados Unidos.
- Carreteras y buses: clave para trayectos regionales y zonas rurales.
Este volumen de viajes tiene impacto directo en turismo, hotelería, gastronomía y comercio, tanto en Asia como en ciudades con grandes comunidades chinas alrededor del mundo.
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Tradiciones del Año Nuevo Chino que siguen cautivando
Más allá de las cifras, el encanto del Año Nuevo Chino está en sus rituales milenarios, cargados de simbolismo y color.
- Reunión familiar y cena de Nochevieja: La cena previa al inicio del año lunar es el momento central. Los platos representan prosperidad, longevidad y abundancia (pescado, dumplings, fideos largos).
- Sobres rojos (hongbao): Se entregan con dinero como deseo de buena fortuna, hoy también en versión digital a través de aplicaciones móviles.
- Decoraciones rojas y doradas: El rojo domina hogares y calles por su asociación con la suerte y la protección frente a los malos espíritus.
- Danzas del dragón y del león: Espectáculos tradicionales que simbolizan fuerza, sabiduría y prosperidad, habituales en barrios chinos de todo el mundo.
- Fuegos artificiales: Sirven para “ahuyentar la mala suerte” y dar la bienvenida al nuevo ciclo, aunque en muchas ciudades se regulan por motivos ambientales.
El Año del Caballo 2026: qué se espera
El Caballo está asociado con dinamismo, viajes y decisiones audaces. En términos culturales, se espera un año marcado por:
- Mayor énfasis en el movimiento y los cambios personales
- Renovación de proyectos laborales y comerciales
- Auge del turismo y de las experiencias vinculadas a la libertad y la aventura
- Estas creencias influyen incluso en decisiones cotidianas, desde bodas hasta lanzamientos empresariales.
Una celebración cada vez más global
El Año Nuevo Chino ya no se limita a Asia. Ciudades como Nueva York, Londres, París, Sídney, Ciudad de México o Madrid organizan desfiles, ferias gastronómicas y eventos culturales que atraen a locales y turistas. Para el sector turístico internacional, es una de las temporadas más importantes del año.
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La víspera del Año Nuevo Chino, el equivalente a la Nochevieja occidental, se llama en chino "chuxi" (除夕, chúxī; chu, 'pasar', y xi, 'víspera'). Basado en el calendario lunisolar, tradicionalmente utilizado en China, las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar (正月, zhēng yuè) y terminan el día quince, cuando se celebra el Festival de los faroles.
El calendario lunar chino se vincula al zodiaco chino y se representa mediante 12 animales, con su signo correspondiente, cuyos animales representan un año en un ciclo total de 12 años. Los animales son rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.
Tradiciones y costumbres llenas de historia
La preparación de la casa es uno de los momentos claves de esta temporada. Antes de la llegada del Año Nuevo, los chinos limpian a fondo la casa representando el deseo de guardar las cosas que del año viejo. Durante los primeros días del año, la casa no se limpia para no quitar la buena suerte. Además, se quitan los refranes del año pasado y se colocan los nuevos con dibujos o caracteres del mono.
Para evitar los malos espíritus, colocan imágenes de dioses en la puerta que protejan la casa. Durante los primeros días del año, la casa no se limpia para no quitar la buena suerte
A su vez, el rojo copa la escena. Es el color de los buenos augurios y la buena suerte. En la cultura china se utiliza para las celebraciones de todo tipo. En el caso del Año Nuevo chino aparece en una gran variedad de ornamentos: farolillos, luces, refranes de la suerte o ropa interior roja (especialmente para los nacidos en el año del mono).
Tras la cena, los familiares más mayores hacen entrega a los hijos pequeños o a los que aún están solteros de sobres rojos con dinero en su interior.
La cantidad de dinero del sobre no debe contener el '4', ya que su fonética (sì) es muy parecida a la de la palabra 'muerte' (sǐ). Además, evitan a toda costa billetes viejos, arrugados o monedas.
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