Taiwán se ha convertido en el primer país de Asia en proscribir tanto la venta como el consumo de carne de perro y gato. En virtud de una nueva ley de protección de los animales, cualquier persona que venda, compre o coma perros o gatos puede ser multado y cualquiera que intencionalmente dañe o mate a los animales se enfrentará además de la multa a dos años en la cárcel. Los delincuentes serán públicamente nombrados y avergonzados.
La nueva normativa penaliza a los infractores con multas de hasta 250.000 dólares taiwaneses (unos 8200 dólares) y a los reincidentes con 5 años de prisión como máximo.Y la multa para quienes maten o dañen a estos animales puede ascender hasta los 70.000 dólares.
En otra de las medidas de esta nueva legislación, también se prohíbe el hacer "caminar" a los perros uniendo su correa a la moto o automóvil de su dueño forzándolos a correr junto a él.
Asimismo, a quienes trasgredan la norma se les prohibirá la tenencia de cualquier animal doméstico y se harán públicos el nombre, la fotografía y el delito por el cual fueron penados.
La Ley de Protección Animal ya estaba en vigor en algunas localidades, pero con esta nueva modificación se aplicará en todo el territorio. Los legisladores presionaron por un endurecimiento de las leyes de protección animal después de que una serie de escándalos conmovieron y sacudieron a la opinión pública.
El año pasado, un video viral de un grupo de marines taiwaneses colgando un perrito callejero por su cuello sobre un malecón y arrojando su cuerpo sin vida al océano generó estupor y mucho enojo en la población. El incidente provocó una investigación, protestas públicas y una disculpa del ministro de Defensa.
En octubre pasado también, un estudiante de Macao fue apodado "el asesino del gato de Taipei" y condenado a diez meses en la prisión después de golpear a dos gatos callejeros hasta matarlos.
Por otro lado, Taiwán ha tenido una relación conflictiva con los animales en los últimos años, con muchos miles de animales abandonados que terminan en los refugios cada año.
Ya en febrero, había entrado en vigor una ley que prohíbe la eutanasia animal, un año después del suicidio de Chien Chih-cheng, un veterinario de 32 años que se suicidó por tener que sacrificar a cientos de perros callejeros.
La legisladora del partido nacionalista chino Kuomintang Wang Yu Min, impulsora de esta legislación, celebró la medida y explicó que todas las enmiendas incluidas en la nueva legislación tienen que ser firmadas por la presidenta de la isla Tsai Ing-weny para entrar en vigor a finales de este mes.
El presidente taiwanés Tsai Ing-wen es un famoso amante de los animales y prometió hacer más para protegerlos al asumir su cargo. El año pasado adoptó tres perros guía retirados, para unirlos a sus dos gatos adoptivos, Xiang Xiang y Ah Tsai, descritos por los lugareños como la nueva "primera familia".