Su inicio ya es imponente. Una rotonda de grandes dimensiones sobre el pavimento lustroso y completamente iluminada marca su inicio. Y la majestuosidad de su imagen se mantiene a lo largo de los 27 km de recorrido.
Se trata de la Ruta Interlagos, que une los diques Punta Negra y Los Caracoles y que brinda un paisaje colosal que combina las bondades de la naturaleza y la imponencia de estas obras
Tras recorrer un par de kilómetros se llega a una de las principales atracciones: uno de los 7 puentes monumentales que hay a lo largo del camino. Pegado al mismo, un sector de la ruta sostenido en el aire, condición por la que recibe el nombre de voladizo.
Todo enmarcado entre la imponencia de los cerros que pueden tocarse con la mano y el espejo de agua del dique Punta Negra
Un kilómetro más adelante se encuentra la zona netamente turística de la ruta con tres paradores, uno tras otro, que ofrecen mesas y bancos para sentarse al margen del dique.
Un tramo más adelante hay dos paradores más, pero el último, que tiene forma de una pirámide trunca, incluye un plus: se ubica sobre el agua.
Finalmente se llega al embarcadero que tiene una extensión de 950 metros, dos estacionamientos laterales y 13 rampas de hormigón para permitir el ingreso de embarcaciones al agua.
Tras la mitad del trazado de la ruta, a unos 14 km, termina el pavimento y comienza el camino de ripio que lleva al dique Los Caracoles.
Este es el punto donde el paisaje potencia su esplendor, con cerros multicolores que enmarcan las aguas turquesas de este embalse sobre las que sobrevuelan en forma rasantes varios cóndores, como dando la bienvenida a los visitantes.
Para que todos disfruten, la Ruta Interlagos también incluye una ciclovía para que la gente la pueda recorrer en bicicleta y con seguridad.
Un video de esta maravillosa zona:
Fuente: Diario de Cuyo