La Habana, capital de Cuba, es una ciudad rica en historia, cultura y belleza arquitectónica. Está ubicada en el Mar Caribe, muy cerca de las costas de México y Estados Unidos. Si de lugares antiguos y repletos de historia se trata, no puedes dejar de visitar la capital cubana que está llena de encantos mires por donde mires. Hay mucho que hacer en La Habana, famosa por ser escenario de uno de los eventos más conocidos del mundo como es el caso de la Revolución Cubana, que tuvo como figuras a Fidel Castro y a Ernesto "Che" Guevara.
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Qué hacer en La Habana
A continuación te dejamos una lista de 10 cosas que no puedes dejar de hacer si estás de visita por la isla.
Un daikiri en la Floridita
Como sabemos, Cuba es un país que se encuentra en pleno Mar Caribe y por lo tanto las temperaturas son altas todo el año. El invierno allí transcurre entre los meses que van de diciembre a marzo y las temperaturas oscilan los 27 grados. En verano, que transcurre entre los meses de julio y septiembre, la temperatura llega a los 40 grados.
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Por eso, visites la isla en la época que la visites recomendamos que vayas a la Floridita, que es un bar que está ubicado en lo que se llama La Habana Vieja y muy popular, ya que el escritor Ernest Hemingway solía ir a tomar daikiri de limón. Por eso, el daikiri es el trago por excelencia del lugar.
Allí siempre hay una banda de música cubana que alegra las tardes y noches y está repleta de turistas.
Visitar el Capitolio
Ya que estamos en la parte vieja de la ciudad, podemos hacer una recorrida por el Capitolio Nacional de La Habana, que es un edificio de 1929 y está en el centro de la capital del país. Está inspirado en otros monumentos muy famosos como el Panteón de París, San Pedro de Roma y el Capitolio de los Estados Unidos.
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Construido originalmente como sede de las dos cámaras del Congreso, es uno de los palacios de mayor relevancia a nivel mundial.
Actualmente está abierto al público y se encuentra en remodelacion para darle sus funciones originales.
Un mojito en la Bodeguita del Medio
Como ya dijimos que en Cuba hace mucho calor todo el año, después de la visita al Capitolio es un buen momento para un trago más y refrescarse. En este caso, en la Bodeguita del Medio que es otro de los clásicos de la capital de la isla.
Allí la bebida predilecta es el mojito y adivinen qué: también Hemingway iba a tomar sus mojitos ahí, por eso su popularidad.
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Es un lugar fascinante. El simple hecho de entrar te traslada a otra dimensión, ya que desde afuera se escucha alguna banda que suele estar tocando las canciones más típicas y pegadizas caribeñas, esas que todos sabemos.
Una vez adentro se pueden ver las paredes escritas con marcadores y lapiceras dejando mensajes y buenos deseos para todos aquellos que visitan el lugar. Realmente vale la pena conocerlo.
Subir a un Coco Taxi
Los Coco Taxis son taxis que usan tanto los turistas como los lugareños, con la particularidad que es una moto con forma redonda atrás, como si fuera un coco. Suelen salir más económicos que los taxis comunes y además, al ser como una moto, subir a ellos resulta muy divertido. Son pequeños, y por eso no entran más de dos personas o tres, si hay un niño.
Plaza de la Revolución
Luego del recorrido en Coco Taxi, llegamos a la Plaza de la Revolución, una de las más emblemáticas del país. Allí pueden verse imágenes grandes de dos participantes fundamentales en la Revolución Cubana: el Che Guevara y Camilo Cienfuegos.
La plaza, además de inmensa, es una de las postales de La Habana, por lo que no podés dejar de visitarla y tomarte una foto con los dos grandes de fondo. Allí también se puede ver un monumento a José Martí, que fue un poeta, héroe nacional y revolucionario.
Ir a un paladar a comer
Como después de tantas vueltas, suponemos que el hambre empieza a aparecer, el mejor lugar para ir a comer son los típicos paladares cubanos.
Los paladares son restaurantes, que se desarrollan de manera privada, generalmente en casas y lo atienden sus propios dueños.
La experiencia gastronómica que ofrecen es distinta, porque las comidas son caseras y además, al estar atendido por sus propios dueños, el lugar suele ser mucho más ameno.
Es una opción genial para hablar con gente del lugar e intercambiar puntos de vista y opiniones. Los cubanos son gente muy cálida para pasar un rato largo hablando.
Caminar por el Malecón
El Malecón es una avenida enorme que rodea la costa norte de La Habana con un paredón que impide que pase el agua de mar. Se extiende por ocho kilómetros y conecta la parte vieja de La Habana junto con la parte nueva.
El Malecón es ideal para caminar y desde ahí puede observarse una linda vista de la ciudad con sus típicas construcciones antiguas y casas de todos los colores
Cada tanto, alguna ola rompe más fuerte de lo normal y moja el malecón y la vereda. Un verdadero espectáculo.
En las horas próximas al atardecer, muchos cubanos, sobre todo jóvenes, lo aprovechan para sentarse y contemplar la inmensa vista que puede verse desde allí
Si estás de visita por la ciudad, no puedes perdértelo. Es un lugar muy relajante.
Taxi antiguo
Desde el Malecón y en todo Cuba en general, se ven muchos autos antiguos pintados de colores muy bonitos. Son autos que llegaron antes de la revolución y luego quedaron allí.
Hoy, tantos años más tarde, están refaccionados y en perfectas condiciones para ofrecer paseos por la ciudad a un costo accesible.
Coppelia
Aprovechando el viaje en taxi, podemos decirle el chofer que nos alcance hasta la heladería Coppelia.
Esta magnífica heladería ocupa toda una manzana y se encuentra enfrente del Hotel Habana Libre, que en la época previa a la revolución era un Hilton.
Los helados en sí no son nada de otro mundo, son ricos y hay variedad de gustos. Pero lo increíble que tiene Coppelia es la gente: es un lugar tan típico que uno se mezcla con gente nativa y el encuentro termina siendo genial.
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Además el precio de los helados es muy barato y las porciones muy abundantes. Es sin dudas uno de los mejores lugares que tiene la ciudad para ofrecer y vale la pena conocerlo.
Ir a la playa
Por último, como no podemos dejar de mencionar si hablamos de un país ubicado en pleno Mar Caribe, son sus playas. La Habana no tiene playas, éstas están alejadas de la ciudad, pero al ser tan céntricas no son muy recomendadas.
Uno de los clásicos más clásicos que tiene Cuba es la famosa playa de Varadero, que se encuentra a 4 horas desde la capital del país. La arena es muy fina y blanca, y el mar turquesa profundo. Una verdadera maravilla. Lo único en contra que tiene Varadero, es que es la playa que hace más tiempo está explotada turísticamente, y por lo tanto la que tiene una mayor capacidad hotelera y más cantidad de turistas.
Si buscás playas paradisíacas con mucha menos gente y un paisaje más virgen, sugerimos que visites alguno de los cayos, como el Cayo Santa María o el Cayo Guillermo, que son de lo más bonito que tiene Cuba.
Estas playas de aguas cristalinas son el lugar por excelencia para realizar deportes acuáticos y buceo mientras se toma un baño de sol.
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