Este balneario de calles curvas, ranchos coloridos y piedras redondeadas por el viento, nació gracias a los pescadores artesanales, de los que quedan pocos, cada vez menos, pero son su mayor encanto.
Punta del Diablo, antiguo puerto de pescadores, convertido en uno de los lugares más pintorescos de Uruguay, se encuentra en el departamento de Rocha, con costas en el océano atlántico.
Este bonito rincón formado por grandes peñones rocosos y una arquitectura inmobiliaria de cabañas con terrazas hacia el mar conforman un paisaje irrepetible dentro del litoral uruguayo donde estar en contacto directo con la naturaleza más salvaje. Por supuesto, las playas son increíbles.
Eduardo Vigliola, de Nativos, dice que Punta del Diablo es “independiente y sin planificación”. Como un alma joven. Algo de eso quiso reflejar en su posada, construida con maderas recicladas y paja, a pocos metros de la playa de La Viuda, la más linda y de mayor oleaje. Tiene un restaurante donde cocina él y lo ayuda su hija, Agustina.
Sus playas: al suroeste se encuentra la Brava, con olas que cortan el especial azul del mar con espuma blanca. En cambio, para los niños la ideal es la Mansa, una tranquila y enorme bahía resguardada del viento.
La Playa de la Viuda es la más lejana y allí se reúnen una gran cantidad de jóvenes, ya que cuenta con las olas más bravas, ideales para practicar surf, y se realizan divertidas fiestas hasta el amanecer. Aunque cuenta con arena más gruesa, no deja de ser espectacular.
Si lo que querés es rodearte de belleza, Playa del Rivero es la tuya, con bares para tomar algo y disfrutar del atardecer desde este mágico rincón.