El popular árbol de Navidad de Rockefeller Center se prendió este 2 de diciembre en la ciudad de Nueva York, y como todos los años, un mar de gente fue testigo de este momento especial que simboliza el inicio de las fiestas navideñas en la ciudad de los rascacielos.
El tradicional abeto noruego fue iluminado por 30.000 luces ecológicas LED y coronado por una gran estrella de cristal Swarovski. Al evento fueron miles de personas que llenaron las aceras para ver las presentaciones de los artistas cantando villancicos, entre ellos La celebración musical, con temas navideños, estuvo a cargo de -entre otros- el británico Sting, el estadounidense James Taylor, el italiano Andrea Bocelli y el canadiense Michael Bublé.
La Quinta Avenida se viste de fiesta
Las grandes marcas de Nueva York compiten año a año para atraer a turistas y locales con las vitrinas más increíbles. Es que además de brindar un espectáculo visual de enorme magnitud, cumplen con la minuciosa función de atraer clientes durante la temporada de compras más importante del año.
La Gran Manzana es considerada una de las ciudades icónicas en la Navidad. Su magia, mezcla del frío y la nieve, la convierte en un sitio mítico para visitantes que llegan de todas partes del mundo. A lo largo de la Quinta Avenida se puede observar la festividad desde lejos.
Decorar e invertir millones de dólares en las vidrieras nació a principios del siglo XX, impulsado por la tienda Macy's y a partir de ahí fue una costumbre encontrar frentes súper elaborados, animados e interactivos con los más chicos. Las grandes tiendas compiten día a día con sus decorados con un único fin: aumentar sus ventas.
La planificación comienza un año antes, definiéndose el diseño, los colores y la música que estarán por un largo tiempo a la entrada de sus locales
Hay mucha elaboración artesanal y opiniones de grandes diseñadores para la creación de vidrieras novedosas e innovadoras. Las marcas pueden llegar a gastar entre dos y tres millones de dólares con tal de tener la vidriera más exclusiva de la Quinta Avenida, convirtiendo un espacio de exposición en verdaderas obras de arte.
Nueva York deslumbra todo el año en el marco de cualquier estación. Sin embargo, no queda ninguna duda de que, a pesar del frío, no hay como la época navideña para disfrutar la belleza de la Gran Manzana.