Cuando nos planteamos hacer un viaje a Bélgica, lo primero que pensamos es en lugares como Brujas, Gante o Amberes, todas ellas en Flandes. Ciudades preciosas sin ninguna duda y muy turísticas.
En esta ocasión nos dirigiremos a Valonia, “otra” región que los viajeros pasan por alto injustamente porque tiene algunos de los rincones más lindos y encantados del país. Uno de esos mágicos lugares es Durbuy.
Durbuy: la ciudad más pequeña del mundo
Durbuy tiene la apariencia y el ambiente de un pueblo, pero es oficialmente una ciudad. De hecho, es considerada por muchos como la ciudad más pequeña del mundo. ¿Y por qué?
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Aunque tiene poco más de 10.000 habitantes y aspecto de villa medieval, esta pequeña localidad dejó de ser un pueblo en 1331, año en que fue elevada a su actual estatus.
Su posición estratégica y su relevancia como centro de comercio y justicia la convertían en objetivo de frecuentes ataques en tiempos medievales.
En aquella época sólo las ciudades podían tener su propio ejército, así que el Rey Juan I de Bohemia tuvo la idea de otorgarle esa categoría para evitar continuos movimientos de tropas desde otros núcleos urbanos más grandes y poder establecer allí un ejército permanente.
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Durbuy se encuentra en el corazón mismo de Europa, entre el río Ourthe y la tremenda roca de la Roche Frene. Su situación geográfica, cercana a muchos países, posibilita que sea un destino muy turístico, un lugar de descanso para muchos turistas de los países vecinos.
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La ciudad antigua está en perfecta sintonía con el paisaje que la rodea. Un paseo por su laberinto de callejuelas medievales será uno de los encantos que no te podés perder.
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Es sin duda una ciudad diferente a las que uno imagina normalmente.