Las Ramblas de Barcelona, escenario de festejos y celebraciones, es la gran avenida popular de esta vibrante ciudad, el lugar en el que históricamente la ciudad celebra los triunfos del Barça, se manifiesta, o da rienda suelta a sus pasiones.
Las Ramblas de Barcelona
En el siglo XIX, Barcelona destruyó las murallas que limitaban su crecimiento y se construyó un paseo para unir la parte alta de la ciudad con el mar, naciendo las Ramblas.
Aunque últimamente los barceloneses parecen haber abandonado ese recorrido para cederlo al turismo, ese paseo del centro histórico, que discurre entre la plaza Cataluña y el viejo puerto, ocupa un lugar especial en el corazón de la ciudad.
El paseo da lugar a un verbo barcelonés, "ramblear", que significa recorrer y pasear por Las Ramblas. En otros tiempos, coincidían en ella los grandes burgueses catalanes que acudían al teatro de la ópera del Liceo, con los marineros estadounidenses, las prostitutas, las floristas, los vendedores de pájaros y los marchantes de la Boquería, el mercado de alimentos más emblemático de la ciudad.
Las Ramblas atravesaban el corazón de la ciudad. A su alrededor está la sede de los poderes políticos, el gobierno catalán y el de Barcelona, el espiritual, con la Catedral y la gran iglesia de Santa María del Mar, y el monetario, con las sedes de La Caixa o la medieval Llotja del Mar, y al final del paseo, tocan el mar, donde se cerraban los detalles de las expediciones comerciales mediterráneas de la Corona de Aragón.
Recorrido de las Ramblas
El paseo está dividido en cinco tramos:
- Empezando en su parte alta, se le llamaba la Rambla de Canaletas, donde está la fuente de Canaletas, una fuente del siglo XIX de la que dicen que "quien bebe de ella vuelve a Barcelona".
- El siguiente tramo era la Rambla de los Estudios, porque albergó una de las primeras universidades de Barcelona, y que acogía además el palacio de la Virreina, regalo del virrey del Perú hacia su segunda esposa.
- Le seguían la Rambla de las Flores, por sus puestos de floristas
- La Rambla de los Capuchinos, con la Boquería y el Liceo.
- Terminaba en la Rambla de Santa Mónica, desembocando al mar allí donde se erige la gran estatua de Cristóbal Colón señalando a América.