El High Line es un parque elevado que te permite tener otra visión de Manhattan, porque se va metiendo entre los edificios y te permite ver preciosas vistas de Nueva York.
Durante todo el recorrido, está repleto de bancos para sentarse o tumbarse, siendo un lugar que ha adquirido importancia a la hora de tomar el sol en verano.
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Con esta magnífica idea, Nueva York completó su iniciativa urbana de mayor éxito de las últimas décadas.
El parque High Line de Nueva York es una realidad gracias al empeño de dos vecinos que convencieron a su comunidad para salvarlo del derribo, convirtiéndolo en un espacio de puro disfrute, enfrentándose a los intereses capitalistas en una ciudad como Nueva York, ciudad capitalista por excelencia.
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Lo logrado nos demuestra que es posible otro planeamiento, otra forma de hacer ciudad.
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Seguramente pocos imaginaron que el High Line hoy en día iba a ser, además de un espacio público de disfrute para los vecinos, un punto de atracción turística rentable.
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