El Cañón del Triásico conocido como "el hermano menor del Talampaya" por ser similar, pero más pequeño y económico que ese parque nacional, es una de las propuestas turísticas de invierno del departamento riojano Felipe Varela.
Cañón del Triásico
Con su recorrido de unos 25 kilómetros de coloridos paisajes y atractivos geológicos y arqueológicos, es una maravillosa opción para recorrer y maravillarse.
Dentro de la cuenca geológica Ischigualasto-Villa Unión, que incluye a los parques Provincial Valle de la Luna y Nacional Talampaya, este cañón ubicado en la localidad de Banda Florida, presenta similitudes con esas dos grandes reservas en lo natural, y diferencias a favor en cuanto a costos para el turista.
Origen del nombre Triásico
El nombre Triásico obedece a la era en que se formó, hace unos 250 millones de años, cuya evolución está a la vista en los estratos de diversos colores, con predominancia de rojos, que se elevan decenas de metros en paredones y geoformas, y que los guías del lugar saben detallar a los turistas.
El circuito también incluye atractivos arqueológicos, en especial petroglifos que dejaron los primeros habitantes del lugar, mayormente diaguitas, hace miles de años, además de recorridos nocturnos bajo uno de los cielos más diáfanos del país.
Características de la visita
Las visitas se realizan en vehículos 4x4 y están a cargo de una cooperativa de guías con sede en Villa Unión -a unos 5 kilómetros de la entrada- que es cabecera de Felipe Varela y concentra el grueso de hospedaje y servicios turísticos del departamento.
El recorrido es en gran parte por lechos secos, a veces por angostos pasadizos entre paredones, o cuestas empinadas, en un ambiente seco y rocoso
Tras cruzar el portal de acceso al parque, cuyo nombre oficial es Reserva Municipal Colorados de Banda Florida, comienza el recorrido que dura unas tres horas y se compone de cinco estaciones dedicadas a la geología, flora nativa, arqueología y miradores o puntos panorámicos.
La vegetación del lugar es escasa y típica de desierto y de monte, con jarillas, retamas, breas, chañares, algarrobos, tuscas y otras especies que pueden vivir con no más de 150 milímetros de lluvia al año.
Visitas diurnas y nocturnas
- Durante las visitas diurnas es habitual avistar la fauna autóctona, como zorros, chinchillas y liebres, además de aves rapaces y carroñeras en las alturas, entre éstas los cóndores que habitan la región.
- La visita nocturna, que dura dos horas, es ideal para los amantes de las estrellas, los planetas y los telescopios, ya que al llegar al punto exacto se apagan todas las luces de las camionetas y con punteros láser ultra potentes se muestran las constelaciones, en un ambiente sin fuentes lumínicas ni de polución cercanas.
El guía de turismo Fabián Páez, de la cooperativa con base en Villa Unión, explica que "la cuenca geológica se llama Ischigualasto-Villa Unión, lo que involucra los parques Valle de la Luna y Talampaya y nosotros, con el Cañón del Triáisco, seríamos el otro extremo de la cuenca o el pozo, el cuenco".
Luego de ver unas altas geoformas en la entrada, se llega a la primera estación, donde hay numerosas bolas del tamaño de un balón de fútbol, similares a las de la famosa "Cancha de Bochas" del Valle de la Luna, aunque acá el espacio se llama "Campo de Bochas".
Páez precisó que son "concreciones líticas", formadas por sedimentos adheridos a un núcleo, como las perlas de las ostras, pero durante miles de años, y que posteriores movimientos de tierras y de aguas les dieron su aspecto esférico.
Otro punto de interés lo conforma un lecho seco llamado el Cañón del Oso, en referencia a una roca parada con la forma de ese animal dentro del estrecho pasadizo rojo.
El recorrido dura 3 horas con 5 estaciones dedicadas a la geología, flora nativa, arqueología y miradores.
Sobre la historia geológica del lugar, el guía aclaró: "estamos entre el límite del pérmico, la era paleozoica, y el triásico, en la mesozoica, por lo que se calcula la edad del Cañón en unos 250 millones de años".
Respecto de los petroglifos de la estación arqueológica, aclaró que "si bien están en estudios todavía junto a otras piezas, se puede determinar que tienen que ver con los pueblos diaguitas de la región.
Páez señaló que el Cañón del Triásico es tomado por muchos turistas como una alternativa al Talampaya -a unos 55 kilómetros del lugar-, lo mismo que Vallecito Encantado y Anchumil, de similares características.