Grecia es un país de ensueño, regado de rincones sugerentes, cuna de civilización, espejo de artistas y escritores y paradigma de sabores mediterráneos. Una visita a las islas griegas es el sueño del viajero.
Islas griegas
Mar de aguas cristalinas, playas imponentes, buena comida y diversión, todo unido a un ritmo relajante, son algunas de las maravillas que te regalará Grecia, con sus 227 islas, joyas de la naturaleza, cada una única a su manera.
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La Grecia de hoy no es la Grecia clásica, pero comparte con ella tradiciones y vestigios. Grecia continental fascina y nos espera, pero hoy hablaremos de los archipiélagos e islas de Grecia, que sin duda merecen un espacio especial.
Los archipiélagos griegos
El mar Egeo es el mar de Grecia y de Turquía, y es allí donde se concentran las islas más conocidas, pero no las únicas. Grecia cuenta también con las islas Jónicas en el mar de su mismo nombre.
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Cientos de islas a ambos lados de la Grecia Continental, llenas de misterio, de encanto, cultura, fiesta, gastronomía, sabores y reposo, con un clima envidiable e instalaciones turísticas de todo tipo y para todos los gustos, hacen que ésta sea una de las regiones más visitadas de Europa.
Isla de Creta
Es la gran isla griega, presente en cualquier viaje por las principales islas griegas, situada al sur del continente entre Europa, Asía y África. Gracias a su situación, diversas civilizaciones la han habitado dejando su huella histórica, cultural y folklórica.
Creta es hoy un paraíso turístico que conjuga ambiente y animación, con calma y descubrimiento de lugares ocultos, casi desiertos. Vestigios arqueológicos, con Knossos a la cabeza, cultura, ciudades, gastronomía y vino, playa, rutas para andar en bici, buceo, ofrece posibilidades infinitas.
Islas Cícladas
Los molinos y las calles estrechas donde abundan los gatos, forman la imagen de las islas Cícladas. Muchas leyendas y una diversidad de paisajes y ambientes además de excelentes comunicaciones desde Atenas y Creta, hacen de las Cícladas uno de los destinos principales.
Cuando la mayoría de la gente piensa en islas griegas, le vienen a la mente pueblos blancos con toques azules que se derraman por una montaña junto al mar. No todos los archipiélagos son así, ésta es la imagen de las Islas Cícladas, situadas en medio del Mar Egeo.
La más famosa es, sin lugar a dudas, Santorini, seguida de cerca por Mykonos y Milos. Sin embargo, son una veintena las que componen el conjunto de las Cícladas.
Mykonos
A sus paisajes maravillosos, playas de película y restos históricos de civilizaciones antiguas, se une una arquitectura típica dominada por las casas encaladas y adosadas con sus cúpulas circulares pintadas de vivos colores.
La isla de Míkonos se encuentra en el centro del archipiélago de las Cícladas, entre las islas de Tinos, Delos, Siros y Naxos. Míkonos, cuyo nombre se escribe de diversa maneras (Mykonos, Míconos) es una isla pequeña, con menos de 90 km 2, pero mundialmente conocida gracias a sus playas y su diversión.
Mikonos es la Ibiza griega
Las playas, muchas de ellas nudistas, son como podrán adivinarlo, otro de los lugares más visitados. Playas como Paranga, Agios Sotis, Platis Gialos, Paradise, Panormos o Platis Gialos, son conocidas por los amantes de los afterhours y por quienes deseen unas vacaciones de playa y fiesta.
La gran ventaja de Mykonos es que el clima es muy suave, con veranos cálidos e inviernos donde las temperaturas no suelen bajar de 15 grados. Pero las playas también ofrecen otras posibilidades, como darse un buen baño en esas aguas cristalinas que recuerdan a las del Caribe, o hacer snorkel y buceo, o windsurf en las ventosas playas del norte.
Santorini
La isla de la gran erupción (también llamada Thera) dio origen a ciertas leyendas.
Si Mykonos es la isla de la música disco y el baile, Santorini es la isla romántica de los atardeceres.
Santorini es destino de miles de viajeros que buscan sus casas encaladas agarradas a las laderas de su escarpada orografía, sus vistas espectaculares y la animación y el ambiente de sus bares restaurantes y discotecas.
Thera es, al mismo tiempo, la isla griega que ha servido a los fabulistas para imaginar mitos como el de la Atlántida. Santorini, la de las dos caras, bahía misteriosa, isla de calma y aguas azules y antiguo volcán que hace hervir las noches de fiesta, donde todo es posible.
El mito de la Atlántida
La isla de Santorini, y sus islotes contiguos, son hoy el resto de la caldera de un volcán que estalló en el siglo XVII a. C. Los efectos de su erupción provocaron un desastre ecológico, climático y cultural en todo el Mediterráneo oriental.
La isla era el cono de un volcán. Su explosión destruyó todo el centro de la isla, haciendo que su orografía actual forme una especie de media luna recortada sobre la caldera inundada, donde aún quedan pequeños islotes.
Se piensa que este desastre fue el origen, o uno de los orígenes, del mito de la Atlántida, del que Platón habla en sus diálogos Timeo y Crítias, tal fue la intensidad y las consecuencias de la erupción.
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Santorini es un lugar lleno de historia, monumentos, casas blancas y mágicos atardeceres
Pero hay mucho más, docenas de islas para conocer y descubrir. Delos y sus templos, Naxos, Paros, Tinos, Andros, con sus pueblos llenos de vida, sus playas ocultas, sus panoramas excepcionales, el vino peculiar, la gastronomía mezcla de mar y tierra, y más.
Islas Sarónicas
Son las de nombre más desconocido pero las más cercanas a Atenas. Situadas en la curva de la costa que forma la península de Ática y la del Peloponeso, estás islas han visto mucha historia. Están llenas de restos arqueológicos micénicos, griegos, medievales y contemporáneos. Junto a la historia y la cultura, la gastronomía y las actividades deportivas, son como en el resto de islas griegas lo puntos fuertes.
Salamina, Hydra, Poros y Egina son las islas más conocidas. Ideales para una visita corta desde Atenas.
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Islas Egeas del Norte
Se trata de las islas más norteñas del mar Egeo, situadas tanto en la costa griega como junto a la de Asía Menor en Turquía. Todas pertenecen a Grecia, excepto Imbros y Bozcaada que son turcas.
Islas de cultura clásica y melodías poéticas como Lesbos, -patria de Safo-, Samos, Samotracia (la de la famosa Victoria que se puede contemplar en el museo del Louvre de París), Tasos, Lemnos o Icaria, se unen a otras con un pasado más medieval y contemporáneo.
Eubea y las Islas Espóradas
Eubea es una gran isla que por su cercanía al continente lo parece menos. Amplia y espaciosa es bastante desconocida lo que debería atraernos para descubrir sus paisajes, siempre de ensueño, como en toda Grecia, sus playas y sus productos autóctonos.
Las Espóradas se sitúan al noreste de Eubea y son unas 80 islas e islotes de pequeño tamaño, menos turísticas que las Cícladas, el Dodecaneso o las Jónicas, pero igualmente interesantes. Estás islas están pensadas para un viaje más reposado, menos agitado que la visitita de Mikonos, Rodas o Santorini, es otro viaje.
Poco pobladas dan mucho más margen a la aventura que otras islas griegas
Islas del Dodecaneso
Es junto al archipiélago de las Cícladas el más conocido. Nombres míticos como Rodas, Kos/Cos nos recuerdan el pasado griego, monumentos y artistas de la época griega clásica.
Hoy es el turismo, el mar, la playa y la cultura lo que más resuena al citar esos nombres
Muy bien comunicadas, con aeropuertos en Rodas y Kos, así como excelentes conexiones por ferry y escalas de los cruceros, hacen del Dodecaneso un gran destino turístico.
A los atractivos que encontramos en todas las islas griegas, cultura y gastronomía, vino y artesanía, sitios arqueológicos, fortalezas y pueblos encantadores, se une aquí la cercanía de Asía Menor. Turquía está a un paso y es posible combinar la visita del Dodecaneso con la de las magnas ciudades grecoturcas.
Islas Jónicas
Así se llaman a las islas del occidente griego. Cargadas de historia y de leyendas (Ítaca es la patria de Ulises y principio y comienzo de la Odisea de Ulises y Homero), son también las islas más escarpadas. Su clima es menos seco y la vegetación más abundante. Aunque no por ellos las playas son menos espectaculares como las de Zante.
Cefalonia, la más grande; Corfú isla de novela y teatro de batallas en la antigüedad y la II Guerra Mundial; Zante con sus playas caribeñas; Léucada y la homérica Ítaca son las principales, a las que hay que sumar otras menores y muchos islotes.
Corfú es una isla mediterránea verde por antonomasia, con 3 millones de olivos, con pequeñas calas rocosas, a menudo accesibles sólo en barca, pero también con bahías arenosas incontaminadas.
Corfú es una isla versátil, ideal para jóvenes, parejas o grupos de amigos y familias.
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