En Véneto, en las aguas del Adriático, se encuentra uno de los lugares más fascinantes del mundo, un tesoro con riquezas inestimables: la laguna de Venecia.
En el corazón de este patrimonio único nace la Serenísima, con sus canales surcados por góndolas y con sus característicos puentes, monumentos, plazas, estrechas callejuelas y aguas que discurren silenciosamente.
Alrededor de la ciudad hay un grupo de pequeñas islas, llenas de encanto, donde la historia y el arte se mezclan con los antiguos oficios y con la belleza del mar.
Un encanto que se encuentra también en las zonas del interior, donde se pueden realizar numerosos itinerarios entre plácidos ríos, pasando por pueblos ricos en historia y palacios maravillosos.
Una tierra que se puede apreciar también por sus sabores, con platos típicos y una preciosa carta de los vinos.
Sin olvidar la diversión: deportes al aire libre, vida nocturna en locales nocturnos y compras en los característicos talleres artesanales donde se pueden adquirir recuerdos.