Uruguay trepó diez puestos en un año, pasando del lugar 19 al noveno en la última edición de la guía turística más tradicional de temática gay, "Spartacus International Gay Guide". La mayoría descubre por internet su nuevo destino.
Argentina se ubica en el puesto 14, junto a Austria, Finlandia, Luxemburgo, Portugal, Nueva Zelanda y Suiza.
En la última década en Uruguay hubo 10 solicitudes de refugio por persecución sexual
En Rusia la homosexualidad era penada con cárcel hasta 1993. pero que usemos el verbo en tiempo pasado, no significa el tiempo haya borrado los atropellos contra esta comunidad. Dos décadas después se prohibió la propaganda gay, una iniciativa que promovió el presidente Vladímir Putin y que aprobó una abrumadora mayoría del legislativo.
El último migrante ruso que pidió asilo en Uruguay, está lejos de ser un mártir del orgullo gay: casi no habla del tema y no participa de manifestaciones. A diferencia de muchos homosexuales que tienen un momento en que salen del "armario", él vivió la mayor parte de su vida sin saber que era gay porque ese era un tabú en Rusia. De eso "nadie habla".
Por su manera de torcer la muñeca y de fruncir los labios, en la escuela sus compañeros siempre lo aislaron y, alguna que otra vez, le celebraron el 8 de marzo como si fuera una mujer.
Recién en la adolescencia, tras la caída de la Unión Soviética y la llegada de internet, descubrió que existían hombres a los que les gustaban los hombres. Pero nunca pudo comentárselo a nadie ni tampoco mantuvo una relación amorosa. De hecho, cuando cumplió la mayoría de edad, su madre lo quiso casar con una chica del barrio. Y entonces él tuvo que confesar su situación.
A los 24 años la psicóloga le hizo una pregunta: "¿sos gay?". Eso bastó para que fuera recluido dos semanas en una clínica de salud mental. Le explicaron que Rusia no puede permitir que un homosexual cumpla el ejército obligatorio y lo mandaron al pabellón de las mujeres. Los médicos pasaban a su lado y no le indicaban tratamiento alguno, seguramente porque:
"Ellos sabían que esto no es una enfermedad"
Según la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas, hay otras 73 naciones que criminalizan la homosexualidad y la castigan con prisión, y 13 Estados aún aplican pena de muerte.
Oscar Iroldi, presidente de la Cámara Uruguaya de Negocios LGBT dice: "Uruguay es el único país de las Américas en que existe una total equiparación de derechos"
Eso hace que a los 300 mil integrantes de esta comunidad que viven en el país, se le sume una cifra similar de turistas gays cada año.
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Un grupo cada vez más importante de extranjeros, explica Iroldi, están optando por Uruguay como segunda residencia. El matrimonio igualitario, la adopción y el cambio de sexo en el documento de identidad son algunos de los atractivos.
Si bien el cambio cultural de los ciudadanos "corre de atrás", las normativas están generando un cambio, agrega el empresario. Cita como ejemplos que cada vez es menos necesario "salir del clóset" para que la familia los acepte y que más del 80% de los ciudadanos aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, cuando era el 62% al momento de votarse la ley.