Rothenburg ob der Tauber, el lugar donde la Edad Media sigue presente, es una ciudad pequeña con una fama muy grande. En ningún otro sitio la Edad Media ha permanecido presente como aquí. Qué hacer en Rothenburg, el donde parece que se ha parado el tiempo.
Qué hacer en Rothenburg
Quien camine despacio por el casco histórico con sus casas antiquísimas, con sus plazas y rincones tan acogedores, con sus torres, fuentes, puertas, instalaciones de defensa, depósitos y tabernas de vino, podría pensar que el tiempo se ha detenido en alguna Navidad.
Navidad todo el año
Al visitar Käthe Wohlfahrt es posible que al visitante le invada la nostalgia: se trata de la tienda navideña más grande de Europa, que está abierta todo el año y en ella hay de todo lo que hace falta para celebrar una Navidad animada: pirámides, cascanueces, muñequitos porta-velas (Räuchermännchen), velas, mantelerías de gala y muchas cosas más.
A pesar de lo pequeña que es Rothenburg, la cantidad de lugares históricos, museos, iglesias, monasterios y monumentos de que dispone es inmensa, por lo tanto disfrútala y dedícale tiempo, quizá también para, partiendo de Rothenburg, explorar La Ruta Romántica, la ruta turística más conocida —y probablemente la más hermosa— de Alemania.
Ya se parta en dirección Füssen, hacia los Alpes o hacia Wurzburgo, lo que se ve es la Alemania de cuento de hadas, de castillos reales, de paisajes magníficos y de exquisiteces culinarias.
Un pequeño viaje de ensueño: la ruta romántica representa la cara más hermosa de la nostalgia
Si no dispones de mucho tiempo, en una jornada intensiva se podría aprovechar incluso para ver el encantador pueblo de Schwäbisch Hall, que compite en belleza y se encuentra a sólo 45 minutos por carretera.
Lo ideal, no obstante, es disponer de al menos un día para poder explorar.
Qué ver en Rothenburg
Una buena forma de empezar la visita es dirigirse a la Gallow-Gate, antigua puerta de entrada a la ciudad. El casco antiguo de Rothenburg conserva unas magníficas murallas del siglo XIV. Se puede optar por subir a la torre pagando una pequeña entrada, encaminarse hacia el centro o continuar por la muralla hacia el sur.
Barrios antiguos, iglesias hermosas y hosterías acogedoras
O se pasea por el barrio Spitalviertel, pasando por una de las puertas de la ciudad conservadas desde la Edad Media, o se visitan las maravillosas iglesias. Por ejemplo, la iglesia de St. Jakob, con su hermosa figura de piedra que representa a Cristo y los apóstoles durmientes. O la notable y artística iglesia St. Wolfgang, situada junto al arco Klingentor y dedicada al patrón de los pastores.
En realidad, da igual hacia dónde dirijamos nuestros pasos: Rothenburg ob der Tauber tiene mucho que ofrecer. Con independencia de lo que se visite, lo que se admire y lo que se descubra: siempre habrá una acogedora hostería esperando para calmar el hambre y la sed.