Positano se encuentra sobre la ladera de una empinada montaña, a unos 50 kms. de Nápoles. Su encanto radica en que sin ningún orden premeditado, se suceden las distintas calles y plazas a las que se puede ir accediendo por numerosos escalones.
Positano: la joya de la península
Al estar entre acantilados y montaña, no hay calles convencionales, son estrechos callejones formados por escaleras y planos inclinados
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El tiempo se detiene cuando se recorre este mágico y colorido pueblo, son numerosos los lugares escondidos por descubrir, todo esto rodeado de espectaculares vistas.
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Es un destino perfecto para disfrutar de un viaje romántico o de una luna de miel. El auto es totalmente innecesario en Positano. La parte más céntrica es peatonal por lo que los paseos son muy agradables.
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La ciudad está llena de hoteles preciosos con espectaculares vistas, desde pequeñas pensiones a los más lujosos.
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Qué ver en Positano
Entre los puntos turísticos más destacados se encuentra la Iglesia de Santa María Asunta. Es la más importante de la ciudad en la que sobresale su cúpula mayólica.
Su historia está plagada de interrogantes aunque lo más probable es que la iglesia naciera vinculada al Monasterio benedictino de Santa María. Al salir de la iglesia, en la plaza Flavio Gioia, se encuentra el campanario, también del siglo XVIII.
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Un paseo por la playa es otro de los clásicos del lugar y Spiaggia di Fornillo (Playa de Fornillo) es ideal para quienes quieren disfrutar de la tranquilidad. Es la playa menos visitada de Positano, sin embargo el acceso es más complicado ya que es necesario sufrir la subida/bajada de más de 400 escalones.
Las vistas son muy bonitas y los acantilados, escalofriantes
Por su parte Spiaggia Grande (Playa Grande), situada en el centro neurálgico de Positano ofrece excursiones en barco, incluida la visita a Capri. A la izquierda si sitúa la Playa Grande totalmente abarrotada en los meses de verano. Es una de las pocas de la Costa Amalfitana que cuenta con arena en vez de piedras aunque el color es bastante oscuro.
A lo lejos se puede admirar el Archipiélago de li Galli con los tres islotes llamados Gallo Lungo, Rotunda y Castelluccio.
La leyenda cuenta que era el lugar elegido por las sirenas para bañarse y por eso lo llaman, islas de las sirenas. Hoy en día, es un refugio de muchos artistas ya que son de propiedad privada. Es frecuente ver en sus costas numerosos barcos anclados durante el día.
Además de los paseos ya mencionados hay otras propuestas que pueden resultar muy interesantes, como las Torres de Defensa del siglo XVI. Asimismo se puede realizar una excursión a Capri. En este punto hay muchas opciones, desde ir en barcos grandes o contratar excursiones en barcos más reducidos que incluyen la visita de las Grutas de la isla o incluso el alquiler de un barco privado para organizar el día libremente.
Otro hermoso paseo es hacia la Grutta dello Smeraldo (Gruta de la Esmeralda) que está a unos 10 minutos por mar y algo más del doble por tierra.
En el interior de la roca, destaca el intenso color verde, algo similar a la Gruta Azzurra en Capri.
Por último, visitar pequeños pueblitos de los alrededores, especialmente Praiano y Conca dei Marini, Ravello y Amalfi es vital en cualquier viaje por la Costa Amalfitana.
