
En una ciudad tan dinámica como Londres, es fácil pasar por alto las experiencias más tranquilas y encantadoras. Durante nuestro viaje familiar, una de las sorpresas más lindas fue subir al London Waterbus, una embarcación tradicional que recorre el Regent’s Canal, conectando dos de los barrios más pintorescos de la ciudad: Camden Town y Little Venice.
Después de una mañana colorida y vibrante en el mercado de Camden, nos dirigimos al muelle, donde abordamos este barco cerrado y alargado que parece sacado de otra época. El recorrido dura aproximadamente 45 minutos y atraviesa zonas verdes, túneles históricos y rincones inesperados de Londres que no se pueden ver desde la calle ni en ningún bus turístico.
Lo que más nos gustó fue el cambio de ritmo. Después de días intensos de turismo, este paseo fue una pausa perfecta: silencioso, sereno y lleno de vistas distintas. Fue también una oportunidad para los chicos de relajarse, mirar por las ventanas y disfrutar sin estar pendientes de caminar o hacer fila.
Aquí te cuento por qué este paseo en barco es una joya escondida que no deberías perderte si viajás a Londres, sobre todo en familia.

¿Qué es el London Waterbus?
El London Waterbus Company opera desde hace más de 60 años con barcos tradicionales tipo canal boat, adaptados para pasajeros. El servicio regular conecta Camden Lock, Regent’s Park (a pasos del zoológico) y Little Venice, permitiendo hacer el trayecto completo o descender en alguna de las paradas intermedias.
Los barcos cuentan con:
- Asientos cubiertos, ideales en caso de lluvia o viento.
- Ventanas panorámicas para disfrutar del paisaje.
- Narración en inglés en algunos tramos, con datos sobre el canal, los túneles, los puentes y la historia de la zona.
- Frecuencias regulares durante el día (especialmente entre primavera y otoño).
El trayecto entre Camden Town y Little Venice es el más popular, y se puede hacer en ambas direcciones. Nosotros lo tomamos desde Camden hacia el oeste, disfrutando cómo la ciudad se transformaba gradualmente en un entorno más verde y elegante.

Nuestra experiencia en familia: calma, paisajes y sorpresas
El embarque fue rápido y sencillo. El barco partió puntual desde Camden Lock, y desde el inicio el ambiente fue muy especial. Se escuchaba solo el sonido del agua y el suave motor del barco. A los costados, casas flotantes decoradas con flores, puentes de hierro y jardines secretos nos acompañaban durante todo el trayecto.
Uno de los momentos más impactantes fue cruzar el Maida Hill Tunnel, un pasaje angosto, oscuro y silencioso de 249 metros. Aunque dura pocos minutos, los chicos lo vivieron como una pequeña aventura submarina.
Ya cerca de Little Venice, los canales se abren y se llenan de embarcaciones coloridas, cisnes, y gente tomando el té o paseando por la orilla. Fue un cierre perfecto para la tarde, y nos permitió conocer un barrio menos turístico, pero encantador y muy fotogénico.
Ahora, ¿Por qué recomendamos este paseo? Por lo siguiente:
- Es económico, corto y relajante, ideal para un descanso activo en medio del turismo urbano.
- Apto para todas las edades, incluidos niños pequeños y personas mayores.
- Permite ver otra cara de Londres, lejos del bullicio y del tráfico.
- Es una forma práctica y placentera de conectar Camden con Little Venice o viceversa.
- No hay que hacer grandes caminatas, y el embarque es accesible.
Además, es una excelente manera de entender cómo funcionaban históricamente los canales, que fueron clave para el desarrollo de la ciudad durante la Revolución Industrial.
Te puede interesar:
- Recorrer Londres en bicicleta: la mejor manera de combinar turismo, ejercicio y diversión
- City Sightseeing Londres: bus y crucero por el Támesis en familia
- Big Bus London: cómo recorrer en familia la capital inglesa
- Cenar en Hard Rock Café Piccadilly: música, historia y sabor en el centro de Londres
- Qué hacer en Londres: los 16 imprescindibles