El Parque Nacional Tierra del Fuego tiene un especial atractivo en otoño, cuando sus senderos se tiñen de dorado con hojas de guindos, lengas y ñires, y por las costas marinas y lacustres pasean buena parte de los más de 300 mil turistas que lo visitan por año.
Parque Nacional Tierra del Fuego
Si estás buscando conectar con la naturaleza y la historia de la ciudad más austral del mundo, el Parque Nacional Tierra del Fuego es el lugar ideal para hacerlo.
La zona habitada más austral del planeta alberga bosques, lagos y una costa marina que mezcla canales con bahías, que en sus orillas tienen árboles inmensos que parecen mirar el agua cristalina.
De las aguas surgen algas, las cachiyuyos, que pueden medir hasta 40 metros de largo y son comestibles, por lo que algunos hacen buñuelos con ese fruto de mar, donde también abundan las centollas de patas largas y brillantes colores naranja, que andan entre las rocas de las profundidades.
Los caminos, como pintados de oro en otoño, serpentean entre el liquen "barbas de viejo" -que mide la pureza ambiental- pinos y piedras que se mezclan como en un parque de Carlos Thays, pero natural.
Entre los animales reina el pájaro carpintero gigante, el mayor de esa especie en América, de casi medio metro de largo, que sorprende en el bosque con su golpeteo contra los troncos buscando su comida: un gusano llamado taladrillo.
Ver una ave de este símbolo de la provincia no es fácil, pese a que no está en peligro, pero hay grupos de caminantes que al final del Sendero Guanaco han encontrado tres parejas disputándose la comida que buscaban, lo que será un recuerdo imborrable.
Los visitantes están en promedio casi tres días en este territorio, sobre todo alojados en la ciudad de Ushuaia, adonde llegan por año unos 400.000 cruceristas que recorren lo que pueden en horas, y vuelven a las naves que los trajeron.
La capital fueguina tiene unas 10.000 plazas hoteleras y extrahoteleras, incluidos campings y cabañas, donde se hospedan gran cantidad de románticos que se lanzaron por la Ruta 3 para llegar a este punto extremo del país, o hicieron desde Alaska una travesía que según el medio de transporte, puede demandar años.
Esta reserva cuenta con muchos puntos para recorrer, como la Bahía Lapataia, donde culminan los casi 3.100 kilómetros de la Ruta 3, el Lago Faggiano y el Canal de Beagle por donde anduvieron Fitz Roy y Charles Darwin.
El Parque Nacional con más turistas del país es el Iguazú, seguido por Los Glaciares donde se rompe el "puente de hielo" del Perito Moreno, y el Tierra del Fuego es el tercero más visitado
De las 63.000 hectáreas del parque, sólo se pueden visitar 2.000 ya que el resto es "reserva estricta" y solo recorrida por los animales y algún que otro guardaparque para vigilar.
El parque queda a unos 12 kilómetros de Ushuaia pero lo más complicado del trayecto es cruzar el complejo entramado de las calles de la ciudad, que es fácil frente a la costa o el puerto, pero laberíntico a medida que se sube por la ladera de los montes que la bordean.
Parque Nacional de Tierra del Fuego: visita obligada si vas a Ushuaia
Las calles de la capital tienen mucha pendiente y guardan muchos comercios de todos los rubros, con muy buenos precios por las ventajas impositivas del lugar, además de contar con excelentes pubs, llenos de extranjeros que hablan en todos los idiomas.
También en Ushuaia está el ahora turístico Tren del Fin del Mundo, un imperdible que recorre un bosque maravilloso donde a fines del siglo XIX "premiaban con trabajo" a los presos de la cárcel local, para quienes este paraíso era un infierno.
La cárcel, cerrada en 1947 también es atractivo turístico y es bueno conocerla para saber de una etapa poco conocida de la historia argentina.
Allí estuvieron Ricardo Rojas durante la Década Infame; Cayetano Santos Godino, el "Petiso Orejudo", y el joven anarquista Simón Radowitzky, entre otros presos famosos.