Queenstown
Mientras el avión descendía sólo vimos montañas muy verdes, un lago azul y algunas pocas casas.
Luego cuando James, el amable ingles encargado de recibirnos, que había estudiado español en su escuela natal, nos dejó en el hotel a dos cuadras del "centro" nos preguntamos: ¿dónde está la ciudad?
Al salir del hotel a caminar descubrimos el misterio: Queenstown se hace llamar la ciudad más importante de la isla sur de Nueva Zelandia pero, en rigor, es una preciosa aldea.
Nos contaron que su nombre no obedece a una reina en particular sino que viene de su hermosura: es un pueblo digno de cualquier reina.
La gente
Otra sorpresa fue encontrar a muchos argentinos y latinoamericanos en general junto a jóvenes de los más diversos países del mundo.
En esta hermosa región el secreto parece uno solo: la búsqueda de la aventura.
Los jóvenes llegan a Queenstown, trabajan en los empleos que encuentran o hacen música en la calle y, en cuanto pueden, se dedican a recorrer la isla y a practicar sus deportes y actividades de riesgo.
La ciudad es el centro de múltiples actividades: puenting, parapente, paracaidismo, rafting, ski, escalamiento, lanchas rápidas, globo aerostático, motociclismo, bicicleta de montaña, running y muchos más.
El paisaje
Imaginen un lago azul con forma de rayo con las aguas más cristalinas y cuidadas que la mejor agua embotellada.
Pongan a su lado altas montañas cubiertas de puntiagudos cedros.
Agreguen un funicular que sube recto la montaña hacia un hotel en lo alto donde además se disfruta un espectáculo diario de danza y canto maorí.
A la orilla del lago visualicen un muelle de madera, algunos pequeños barcos de paseo y un enjambre de cabañas y casas bajas con techos a dos aguas, en diversos planos.
Agreguen en su imaginación un centro peatonal con negocios, artesanías, bares y restaurantes de comidas de todo el mundo, donde la gente, en su mayoría jóvenes, pasea muy tranquila a toda hora.
Bueno, es así como fue creada y funciona Queenstown, en la isla sur de Nueva Zelanda.
¡Enorme belleza para un primer día donde hubo sol hasta las 21,30!
Eduardo Favier Dubois
www.favierduboisspagnolo.com