En Dubai, Alí Albwardy maneja una fortuna cercana a los 20 mil millones de dólares, ligada al petróleo y al desarrollo inmobiliario y hotelero. Fanático del polo, compró al mejor equipo de la Argentina y para tener un lugar propio donde descansar, también se hizo del hotel Four Seasons Buenos Aires, por el que pagó 64 millones de dólares. Hace un tiempo vino a conocer las Cataratas del Iguazú y se enamoró de la maravilla misionera.
Decidió entonces comprar el hotel Sheraton Iguazú, ubicado dentro del Parque Nacional y a escasos metros de las cascadas.
Del inconmensurable desierto de arena a las voluptuosas caídas de agua
Según trascendió la operación se concretó por unos 55 millones de dólares. El Sheraton ya figura en el catálogo de Albwardy Investment, que tiene hoteles en varios puntos del planeta. Pero no sería la única inversión, ya que Albwardy analiza otra inversión en las 600 hectáreas, pero con un concepto de villas de lujo, un segmento en el que competirá con la firma chilena Awasi, que está desarrollando su hotel en medio de la selva.
Según contaron fuentes del negocio turístico, Albwardy vino a las Cataratas en su avión privado hace un par de años. Fue amor a primera vista. La operación se hizo en silencio en noviembre del año pasado y desde hace unos meses ya hay una nueva gerencia.
Desde que vino a Misiones estuvo negociando con Estanislao Kokourek, dueño original del Sheraton. En noviembre del año pasado se cerró el acuerdo con los empresarios particulares y con la cadena Sheraton, que tiene un 15 por ciento de las acciones.
La idea es salirse de la marca Sheraton y podría llamarse Four Seasons
Roger Moore, el rey Juan Carlos y la reina Sofía, el tenor Luciano Pavarotti, el príncipe Hiroíto de Japón, el múltiple campeón de Fórmula 1 Michael Schumacher, y el magnate Nelson Rockefeller entre otros, son algunos de los huéspedes célebres que han pasado por este hotel.
En 2015 la cadena estadounidense Marriott International compró a su competidora Sheraton y se quedó con el hotel en las Cataratas, que ahora volverá a cambiar de manos.
El traspaso se haría el 29 de septiembre
El nuevo dueño pretendería elevar la categoría del cinco estrellas a siete estrellas, las mismas que el Burj al-Arab Hotel (Torre de los Árabes) en Dubai, con una altura de 321 metros, situado en el mar sobre una isla artificial localizada a 280 metros de la playa en el Golfo Pérsico, conectado con tierra firme mediante una carretera.
Inaugurado oficialmente el 1º de diciembre de 1999, su suite real cuesta 9.000 dólares la noche.