El calentamiento global es una realidad. Una bomba que hay que desactivar antes de que explote. Con esto en mente, el artista italiano Lorenzo Quinn decidió construir una escultura que dejó a todos con la boca abierta en el Venice Art Biennale de 2017, en Venecia. Justamente porque hace alusión a este problema moderno.
Quinn es conocido por incorporar partes del cuerpo humano en sus obras, y eso ocurre en este proyecto. Titulado “Support”, muestra dos enormes manos que emergen de un canal para prestar apoyo a las paredes del hotel Ca’ Sagredo.
Es una declaración visual, para que la gente tome conciencia sobre el calentamiento global antes de que sea demasiado tarde. El artista dijo a Halcyon Gallery:
“Venecia es una ciudad de arte flotante que ha inspirado a culturas durante siglos. Pero para continuar haciéndolo necesita el apoyo de nuestra generación y de las futuras, porque está amenazada por el cambio climático y el deterioro del tiempo”
Support evoca tanto la esperanza de sostener el edificio por encima del nivel del agua, como el miedo, resaltando la fragilidad de la situación.
“Quería esculpir la que se considera como la parte más difícil y técnicamente desafiante del cuerpo humano,” dijo el artista.
“La mano contiene mucho poder: para amar, odiar, crear, destruir”