A la extensa escena cultural que Buenos Aires ofrece, se le agrega el papel crucial que juegan los cafés literarios. Una taza de café, un libro, una banda en vivo y un cómodo sofá, hacen la combinación perfecta para los amantes de la literatura.
Estos lugares invitan a refugiarse de una noche lluviosa o relajarse después de un día agitado, tentados por una bebida caliente y un buen libro. Algunos de ellos además ofrecen muy buenos espectáculos.
Este estilo de "café literario" nació en Francia, proporcionando a los intelectuales un lugar para reunirse y debatir la trama de lo que escribían, o simplemente para hablar de arte.
Hoy en día, sirven para ahondar en una novela, acompañados de una bebida y una gran variedad de delicias culinarias.
Antes de detallar estos cafés, te contamos que los turistas llegan a Buenos Aires y una de las visitas obligadas -ya que figura en todas las guías- es la librería "El Ateneo", que en origen era una teatro.
En 1919 se abrieron las puertas del Teatro Grand Splendid que ha sido testigo de actores y cantantes tan conocidos como Carlos Gardel. Muchos años después se convirtió en un cine de moda y con los años, llegó la crisis y el cine cerró, y con él el sueño de muchas personas.
Pero el Grand Splendid volvió a abrir sus puertas como una gran librería: el Ateneo Grand Splendid que guarda el esplendor de lo que siempre ha sido el teatro y hoy alberga una librería gigantesca, que además de ser un sitio donde la gente acude para comprar libros, es una atracción turística para todos los que se acercan a él. En el escenario podrás disfrutar de un delicioso café mientras leés tu libro.
Aquí una lista de 5 maravillosos cafés llenos de libros:
Eterna Cadencia: es literalmente una casa tomada por los escritores. Desde el exterior de la librería se ve como una de las hermosas casonas de Palermo, pero por dentro es un paraíso para los aficionados a los libros.
El propietario, Pablo Braun, siempre quiso un lugar que fuera algo más que una librería, por lo que colocó un pequeño café en el salón principal para que los compradores potenciales pudieran sentarse, leer, comer, beber y charlar entre sí.
Con el tiempo, el lugar se convirtió en un emblema del circuito literario y cultural independiente en Buenos Aires. Es normal encontrar en el lugar escritores aficionados dispuestos a recitar poemas o simplemente a charlar.
Independiente por naturaleza, en Eterna Cadencia encontrarás un espacio con libros a menudo pasados por alto por el público, o desechadas por las librerías comerciales. Su objetivo es publicar al menos dos piezas -de ficción y no ficción- de autores no publicados una vez al año. Hasta el momento, se han publicado 104 nuevos títulos.
Dain Usina Cultural: la idea de tener un lugar donde los libros son el centro, fue introducida por Federico Offenhenden, bibliotecario y director de Daian Usina Cultural, en 2011.
Su objetivo era proporcionar un escape del ajetreo de la vida diaria y nació Dain Usina Cultural: un lugar donde los transeúntes pueden compartir una taza de café y charlar con un amigo, participar en actividades culturales, tener en sus manos libros de tapa dura, escuchar música o ver exposiciones.
En la planta baja los visitantes pueden encontrar un restaurante íntimo que sirve comidas que van desde ensaladas hasta el más prototípico ojo de bife, junto con la impresionante librería, donde tres bibliotecarios están siempre a mano para ayudar. Hay una terraza en la planta superior que se pueden alquilar para eventos o cenas informales.
Café Montserrat: tan sólo unos meses después de su apertura en los años 90, un grupo de poetas pidió a los propietarios si podían contratar el lugar con el fin de desarrollar una serie de actividades artísticas y de allí continuó la tradición. A las 8 pm todos los viernes, el café Monserrat se convierte en un centro cultural llamado Café Literario Antonio Alberti, siendo sede de diversos eventos tales como lanzamientos de libros y revistas, conciertos en directo, debates políticos y conferencias gratuitas. Sin embargo, el café no es muy conocido, tanto por su vida literaria, sino también por sus exposiciones de arte y escultura.
Por otra parte, la cafetería sirve sabrosas comidas a precios razonables. Otra buena noticia es que por la noche, el café se convierte en un animado pub.
Clásica y Moderna: las características esenciales de un café literario incluyen un ambiente fresco, íntimo y acogedor: Clásica y Moderna tiene todo.
Originalmente popular entre políticos, artistas y escritores, este café fue fundado en la década de los 30. Sus paredes de ladrillo, iluminación suave y pinturas ofrecen a los visitantes un ambiente hogareño.
Tuvo sus altibajos, pero realmente se consolidó después del retorno de la democracia en 1983. A partir de entonces, los propietarios decidieron introducir una amplia gama de características para la vida cotidiana de la cafetería: conciertos en vivo, espectáculos y actividades artísticas junto con un pequeño restaurante.
Al mediodía, a menudo hay un pianista que atrae a los transeúntes a la atmósfera única y los precios razonables de menú. Los camareros están altamente capacitados, de modo que no sólo pueden recomendar un plato especial, sino también el libro del mes.
Libros del pasaje: es un hecho bien conocido que los argentinos son personas realmente creativas y pioneras y nadie hace esto más evidente que los propietarios de Libros del Pasaje, Felipe y Nicolás.
Los dos se conocieron en el extranjero al mismo tiempo tratando de establecer su propia compañía discográfica. Meses más tarde, regresaron a la Argentina y decidieron abrir una tienda donde además de facilitar a los lectores la posibilidad de disfrutar de excelente pastelería francesa, probar el café más fuerte de Colombia o beber tés finos de Inglaterra, pueden leer los libros más inspiradores.
La idea es que la gente se sienta relajada y cómoda en un ambiente que es cosmopolita, estimulante y sofisticado.