Un espacio verde de 700 hectáreas, situada en lo que se denomina "ecotono", una zona de transición entre el bosque y la estepa patagónica, fue declarada Reserva Natural Urbana.
Esta reserva ofrece innumerables opciones para disfrutar del turismo aventura, caminatas, avistaje de aves, cabalgatas, pesca deportiva, paseos en kayak y otras actividades acuáticas que se realizan en un balneario de casi 4 hectáreas.
Por otra parte, esta región tiene una inmensa riqueza en su flora y su fauna, que se caracteriza por la presencia de 110 tipos de aves y 146 especies animales, entre mamíferos, reptiles, anfibios y peces.
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Las actividades recreativas más comunes en esa zona enmarcada por un maravilloso cordón montañoso, son los recorridos en bicicleta, el senderismo, el trekking, el kitesurf y la pesca deportiva, que se puede realizar todo el año con la autorización correspondiente.
El Sendero Periurbano por el Arenal es otra de las opciones para los visitantes que quieran disfrutar de los paseos naturales, porque permite ascender hacia la Reserva Natural La Zeta contemplando ambientes de increíble vegetación con hermosas vistas del valle de Esquel.
Este recorrido tiene paisajes dominados por el verde, que en invierno cobra mayor espectacularidad a raíz de la nieve, que domina desde lo alto de la cordillera y le otorga un matiz especial a esa zona.
La laguna está enmarcada por un paisaje de particular belleza: en dirección norte, el centro de esquí La Hoya; hacia el oeste, el cerro La Torta, y para el otro lado, el cordón montañoso donde se encuentra el Cerro 21.
“En el cerro La Torta, bautizado así por su particular forma y que es de propiedad de la provincia, está proyectado ampliar el pequeño parque de nieve que inauguramos el invierno pasado“, contó el secretario de Turismo de Esquel, Américo Austin, citado por Télam.
En medio de ese espectacular entorno se encuentra la Laguna La Zeta, que ocupa 60 hectáreas de las 700 que conforman la Reserva Natural Urbana. También hay sectores donde se conservan los bosques nativos de cipreses, maitenes y ñires, entre otras especies, que tienen un tratamiento especial bajo el asesoramiento de una comisión de manejo.