Casapueblo, Uruguay, Punta del Este, Carlos Páez Vilaró, mar. Un velero que se pierde en el horizonte. Una construcción mágica y única que no se sabe bien qué es, pero que invita a entrar.
Es difícil explicar lo inexplicable. Ni con palabras ni a través de fotografías o filmaciones se puede dar una muestra real de lo que allí sucede, de lo que ese lugar significa. De lejos, una gran península llamada Punta Ballena se mete cientos de metros en un mar siempre azul y ondulado que se calma frente al blancuzco de su bella arquitectura.
Casapueblo es ese lugar donde un inspirado artista construyó a su antojo su lugar en el mundo y, sin pensarlo, el de muchos otros soñadores que cada día de sus vidas se sienten identificados con él.
“La Grecia uruguaya”, le dicen algunos al salir del museo que allí se encuentra abierto al público en general.
Aunque, si se recorre la totalidad de la casa, el restaurante, el hotel y cada uno de los vericuetos que allí existen, se llega a la conclusión de que en realidad toda la casa es un gran museo.
El museo-taller de Casapueblo se encuentra abierto los 365 días del año y es visitado por miles de turistas de todo el mundo.
Este sector de la casa fue cedido por su creador, el artista Carlos Páez Vilaró, con el deseo de incentivar el interés cultural de toda la región, por lo que dentro del museo pueden apreciarse casi la totalidad de sus obras, realizadas a lo largo de su exitosa carrera.