Con el nombre de Catapulta Nevis y sobre el valle homónimo, a las afueras de Queenstown, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, ha nacido el que es probablemente el salto más extremo de mundo.
Esta combinación de tirolesa, resortera y salto bungee en Nueva Zelandia quizá sea el paseo más extremo en el mundo. Catapulta a personas a una altura de casi 150 metros en solo segundos.
Sujetos con una goma elástica, aquellos que se atrevan a subirse a esta catapulta podrán sentir las 3G de fuerza que se genera y una velocidad que llega a los 100 km por hora en tan sólo 1,5 segundos
Aquellos que quieran sentirse como una bala de cañón, lo podrán hacer por un módico precio de 255 dólares neozelandeses (unos 150 euros) y han de saber que la experiencia completa, desde que te lanzan hasta que paras de columpiarte, dura unos 4 minutos.
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