La costa dálmata está repleta de parajes excepcionales y fascinantes ciudades como Dubrovnik, Split o Zadar, lugares que difícilmente podrás olvidar. Pero en un viaje a Croacia, visitar sus famosas islas, es redondear un viaje soñado.
Vistas perfectas y lugares para nadar en Hvar
Qué ver en el casco histórico de Dubrovnik
Con una arquitectura histórica, hermosos lugares para nadar y una animada vida nocturna, la hermosa isla de Hvar es uno de los destinos más populares de Croacia por derecho propio. Realmente vale la pena quedarse aquí al menos una o dos noches si se puede, pero si no, también es posible visitar Hvar como un viaje de un día desde Split.
Es la isla más célebre de la costa dálmata por sus horas de sol, sus aguas increíblemente azules y su vida nocturna. Famosa por su exuberante vegetación y por los campos fragantes de lavanda, con su forma alargada parece que protegiera la costa dálmata.
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Se trata de una isla de tan solo 68 kilómetros de largo por 11 de ancho, apenas un pequeño reducto en los más de 6.000 kilómetros de costa que de norte a sur posee Croacia.
A Hvar, la que llaman la Capri croata, o la que algunos comparan con Ibiza o Saint-Tropez, se llega en los catamarán que conectan Split con Stari Grad, el coqueto puerto de la isla, en solo una hora.
Navegando por las cristalinas aguas que la rodean se puede llegar a calas inaccesibles por tierra y disfrutar de sus horas de sol, respirando su aroma a lavanda
Cuando llega la tarde será el momento de disfrutar del encantador conjunto urbano de Hvar, con sus casas de piedra caliza trepando por el anfiteatro natural al que se asoman, coronado en lo más alto por una fortaleza medieval desde la que se contemplan vistas fabulosas sobre el mar.
Y al atardecer llega el momento de vivir el ambiente del beach club más popular de la isla, el Hula-Hula Hvar, en el que podrás tomar un cóctel con música hasta la puesta de sol.
Stari Grad
En esta parte de la isla y a poca distancia se ubican los pueblos más bonitos, uno de ellos la propia Stari Grad, puerto de entrada a la isla. Su nombre significa “ciudad vieja” y realmente sus casas de piedra y callejuelas estrechas te trasladan a otra época.
El Paseo de la Riva, bordeando el excelente puerto de pescadores fue motivo de inspiración de varios poetas, el Museo Petar Hektarovic, da buena fe de ello.
Jelsa
La recóndita aldea de Jelsa, rodeado de olivares, viñedos y plantas mediterráneas, desciende a una tranquila cala azul atrayendo visitantes a sus playas. Es el lugar para quien busque mucha tranquilidad.
Hvar Town
Este es el asentamiento más grande y encantador de la isla. Con el mismo nombre de la isla, ha convertido a su inmensa plaza Sveti Stjepana en el auténtico centro neurálgico del lugar. Es considerada por muchos la plaza más bonita de Croacia, con la Catedral, el Arsenal y el Teatro Antiguo veneciano como fieles testigos.
Además de pasear por las animadas calles del casco viejo, Hvar Town es un pueblo que ofrece varias experiencias recomendables, como degustar una excelente langosta en el puerto de pescadores, o subirse a lo alto de la colina, dónde se encuentra la fortaleza Tvrdava Fortica, con unas vistas ideales para sacar auténticas postales y disfrutar de una
excelente puesta de sol.
Islas Pakleni
Desde este punto, justo delante del puerto de pescadores de Hvar, se observan las extrañas formas de las Islas Pakleni, un territorio que deberás explorar mediantes las múltiples excursiones en barca hacia la recóndita playa de Palmizana.
Playas
Las playas de la isla son un atractivo para los viajeros. Destacan en este apartado las pequeñas calas de Dubovica, Milna e Ivan Dolac en la parte suroeste de la isla y las playas de Vrboska en la otra vertiente, además de las islas Pakleni.
Sucuraj
En el extremo este de la isla se encuentra el pueblo portuense de Sucuraj, enlace con la Riviera Dálmata, donde se encuentran pueblos como Gradac o Ploce, camino de otros destinos excepcionales como Dubrovnik, la joya de la corona.
Pero desde los puertos de Hvar también se pueden combinar excursiones a otras islas
dálmatas como Korluca, una isla tranquila con un encantador pueblo medieval, o Mljet, un auténtico paraje natural y verde que ha inspirado grandes historias de amor.
Alojamiento
Hvar tiene una excelente oferta de alojamientos en los que destacan un no menor número de sobe zimmers, el alojamiento en casas de locales que se agotan rápidamente en temporada de verano. Llegar a Hvar con la reserva realizada de antemano, es garantía de evitar dolores de cabeza de última hora.