Gran Bretaña movilizó al ejército en el centro y oeste de Inglaterra para ayudar al personal hospitalario a llegar a sus puestos y para rescatar a las personas que quedaron atrapadas en sus vehículos por la nieve, mientras una inusual ola de frío barre el país y parte del continente.
Tras el estallido de la ola de frío siberiana denominada "La Bestia del Este" que azotó a Europa esta última semana, ahora el sur de Gran Bretaña e Irlanda también fueron afectados por la llegada de la tormenta de nieve Emma, que bloqueó rutas, vuelos y trenes en ambos países.
En Irlanda, las tormentas de nieve provocaron que 24.000 casas se quedaran sin electricidad y afuera se acumula la nieve hasta un metro de altura. Las escuelas permanecieron cerradas y todos los vuelos fueron cancelados al haberse anunciado la alerta máxima por mal tiempo en todo el país.
El ejército envió 20 soldados y 10 vehículos a Shropshire, y la Marina Real atendió a la petición de ayuda de las policías de Devon y Cornwall desplegando efectivos allí.
Un tren que cubría el trayecto entre la estación de Waterloo, en Londres, y Weymouth quedó parado en las afueras de New Milton, dejando a conductores varados durante horas.
Miles de viviendas están sin electricidad mientras las temperaturas siguen en valores negativos, con vientos gélidos.
En el suroeste de Inglaterra, en el sur de Gales y Escocia, fue decretado un alerta roja lo que significa un clima extremo, que incluye riesgo de muerte, daños generalizados e interrupciones de los transportes.