Friburgo, considerada una de las capitales de la Selva Negra, es una ciudad llena de vida que posee uno de los cascos históricos más bellos de Alemania.
Ubicada en un entorno magnífico, rodeada de los bosques característicos de esta zona del país, no se sabe si la razón por la que los habitantes de Friburgo son un pueblo tan feliz, es que aquí el sol brilla más que en ningún otro sitio de Alemania, o si el sol es el premio por tener un carácter tan radiante.
Esta animada ciudad universitaria, que cuenta con una ilustre y antigua Universidad fundada en 1456, ofrece una buena selección de eventos culturales, restaurantes, cafeterías, museos y galerías de arte, sin perder su encanto de pueblo pequeño.
La Catedral de Friburgo es el edificio principal de la Plaza de la Catedral, y el más alto e imponente de toda la ciudad. El estilo comenzó siendo románico, pero pronto se pasó al característico estilo gótico que podemos ver hoy en día.
Es impresionante su tamaño, sobre todo el de la espigada torre, que con sus 116 metros es la más alta de la ciudad. Estilizados pináculos góticos decoran gran parte del exterior del edificio.
La Plaza de la Catedral de Friburgo de Brisgovia es la más importante y visitada de la ciudad. En principio la zona estuvo ocupada por el cementerio de la Capilla de San Andrés, pero en el siglo XVI se instaló el mercado semanal y desde entonces se convirtió en el centro religioso y cultural.
El edificio principal es la Catedral de Friburgo, pero hay otros que por su colorido y arquitectura también llaman la atención. Es el caso del Almacén Histórico, un imponente edificio rojo ubicado en un lateral de la plaza.
Puertas de la muralla
Dos son las puertas de la muralla de Friburgo de Brisgovia que aún se conservan en la actualidad, Martinstor y Schwabentor. Construidas ambas durante la Edad Media, hoy son uno de los principales atractivos de la moderna ciudad.
Canales de Friburgo de Brisgovia
Los pequeños canales de agua que recorren gran parte del casco histórico de Friburgo se han convertido en uno de los principales atractivos de la ciudad.
En total los canales se extienden por más de 15,5 kilómetros, 9 de ellos por la superficie y el resto bajo tierra. La anchura varía en sus distintos tramos, en algunos miden solo 15 cm, pero pueden llegar a los 75 cm, como en el caso del arroyo que corre bajo la puerta Schwabentor.
Hay una leyenda urbana que dice que quien meta el pie por accidente en alguno de estos canales, tiene asegurado el regreso a esta bella ciudad.