La petición para un nuevo referéndum en Gran Bretaña crece a razón de un millón de firmas por día.
YA Son más de 3.300.000 los que reclaman una nueva votación para decidir si el Reino Unido permanece en la Unión Europea o la abandona.
Se trata de una movilización de millones de ciudadanos que no parece haber sido impulsada en forma organizada por partidos políticos ni tiene una dirigencia clara que la encabece. Un verdadero fenómeno de participación popular en democracia de una intensidad y velocidad inusitadas.
El sorpresivo y brutal impacto del Brexit, que se impuso por una pequeñísima diferencia y generó enorme incertidumbre en todo el mundo, parece haber motivado una brusca toma de conciencia en muchos de quienes votaron a favor de la salida y ahora se arrepienten.
El poder creciente de las redes sociales vuelve a quedar en evidencia a niveles que no dejan de asombrar.
Mientras los dirigentes vacilan o luchan a brazo partido por la sucesión del derrotado Primer Ministro Cameron, Escocia amenaza nuevamente con separarse de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reclama su integración con la República de Irlanda. En ambas regiones, con antiguas identidades propias e históricos conflictos con Inglaterra, triunfó por amplia mayoría el rechazo a la salida de la Unión.
Entretanto la gente se hace oir y la petición crece, de a miles, minuto a minuto.