Dubái es una ciudad excéntrica y excesiva, que cuenta con el rascacielos más alto del mundo, el Burj Khalifa, construido en 2009, con 828 metros de altura y más de 160 plantas, que supera por más del doble al Empire State Building.
También está aquí el mayor hotel del mundo. O el cóctel más costoso del mundo, el “27,321”, cuyo precio asciende a 7,400 dólares y forma parte del menú del Bar Skyview en el Burj Al Arab.
Una ciudad así merece un timelapse (1) igualmente excesivo, como éste:
El timelapse es obra del fotógrafo Rob Whitworth, a quien le ha prestado su ayuda el Instituto del Cine de Dubai para que pudiera rodar desde lugares a los que no se podría acceder legalmente de otro modo.
La mayor parte de las escenas están rodadas en 4K, y Whitworth fue cargado con un ejército de cámaras y un equipo costoso. En realidad, el vídeo está formado por diversos timelapses hábilmente hilvanados. Al final consigue aumentar nuestras ganas de ver con nuestros propios ojos este lugar, desproporcionado y ambivalente en cuanto al lujo y la pobreza que esconde bajo sus cimientos.
(1): El time-lapse es una técnica fotográfica muy popular usada en cinematografía y fotografía para mostrar diferentes motivos o sucesos que por lo general suceden a velocidades muy lentas e imperceptibles al ojo humano. El efecto visual que se logra en el time-lapse consiste en que todo lo que se haya capturado se mueva muy rápidamente, como puede ser el movimiento de las nubes, la apertura de una flor, una puesta de sol, etc.
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