Más pequeña que las espectaculares Gante y Brujas, está situada en la región de Valonia y es uno de los pueblos de postal gracias a su localización en el cauce del río Mossa y las montañas de las Árdenas.
Dinant, una pequeña joya encastrada entre el cauce del río Mossa y los macizos rocosos de las Árdenas, está coronada por una imponente Ciudadela, y es famosa internacionalmente por ser la cuna del saxofón.
No podrás irte sin visitar la imponente Colegiata de Notre-Dame o subir a la Ciudadela para disfrutar de las vistas.
Medio día es suficiente para recorrer Dinant. En la oficina de turismo te darán un mapa y te explicarán acerca de los monumentos más importantes que hay que ver en Dinant.
Qué ver en Dinant
Como ya hemos dicho, Dinant está encajonada entre el río Mosa y unos tremendos acantilados. Es en lo alto de estos acantilados donde se localiza la Ciudadela de Dinant, a la que se puede acceder a pie, si estás dispuesto a subir los más de 400 escalones que llevan hasta la cima, o en funicular.
Se trata de una edificación del siglo XI erigida por el entonces Príncipe-Obispo de Lieja y con una importante historia militar a sus espaldas. En cualquier caso, el edificio actual es del siglo XIX.
Durante el siglo XX fue conquistada por el ejército alemán, tanto durante la Primera Guerra Mundial como en el transcurso de la Segunda. En ambas ocasiones, los combates fueron encarnizados y hubo cientos de muertes civiles.
Esto indica la importancia como punto estratégico que tenía el edificio en cuestión, pero hoy el lugar es visitado por sus magníficas vistas.
Saxofones de colores
Llama la atención la cantidad saxofones de colores, a modo de estatuas que jalonan el puente, una constante que se repetirá durante toda la visita a Dinant. Adolphe Sax, nacido en Dinant, fue el inventor del saxofón.
La Colegiata de Notre Dame
La Colegiata de Notre Dame es una notable construcción gótica que sustituyó a un antiguo templo románico que colapsó. Nada queda de aquella primera iglesia.
Sorprende ver esta colegiata gótica coronada por un chapitel en forma de bulbo de cebolla. Es un añadido bastante posterior a la construcción del templo gótico, pero la convierte en un edificio bastante original.
En su interior llaman la atención las vidrieras. Particularmente, la que se encuentra en el brazo sur, de dimensiones poco habituales.
Las Couques de Dinant
La Rue Grande es la calle comercial de la ciudad. Te llamará la atención que en los escaparates de las pastelerías se muestran galletas gigantes. Es un producto autóctono de nombre Couques de Dinant, manjar elaborado únicamente con dos ingredientes: harina y miel.
Hotel de Ville
En esta misma calle verás un bonito edificio que es el Hotel de Ville, es decir, el ayuntamiento de Dinant.
En frente del mismo, un bonito saxofón de cristal, domina la placita donde se ubica el edificio.
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