Con una inversión de 81 millones de pesos, el Gobierno de la Ciudad levanta un techo verde que se transformará en una plaza de 1.412 metros cuadrados en el barrio de Almagro. Para ello se montaron 230 toneladas de vigas de hierro a siete metros de las vías del ferrocarril Sarmiento, a la altura del cruce de Medrano con Bartolomé Mitre, donde el tren corre bajo el nivel de la vereda.
"Estamos llevando a cabo la primera obra que se hace en el país cubriendo trinchera", señala el director de la obra. Según el especialista, ciudades como Nueva York cuentan con construcciones que se podrían asociar a la nueva plaza. Para concretar el proyecto se intervino una superficie de 4.085 metros cuadrados, que será ocupada por 2635 metros cuadrados de espacio público y 380 de verde.
La plaza tendrá zonas parquizadas, patios de juegos, postas saludables, enormes bancos para descansar y bebederos
Al ser una obra en altura, en primer lugar se colocaron las vigas cajón, de 28 toneladas cada una, ensambladas por 100 operarios en los talleres externos de Berazategui, luego la loza, las membranas, el contra piso, la impermeabilización, y finalmente la carpeta de nivelación.
A los 30 operarios que trabajan arriba del cruce les resta instalar la tierra, el césped, las plantas y el mobiliario urbano. "Contra la medianera ubicaremos árboles, encima del lugar donde corre el tren, arbustos, y además pondremos un gran banco, similar al de Plaza Lavalle, donde la gente pueda pararse y observar cómo pasa por debajo el tren", comentan los ingenieros.
Según los ingenieros, los trabajos se realizaron en horario nocturno, o los fines de semana, para no perjudicar a los usuarios del Sarmiento, una línea que transporta más de 2 millones pasajeros por día. El proyecto se inició a fines del 2016 y concluirá en el segundo semestre de 2018, informó el Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
La plaza se construye en la Comuna 5, que incluye a los barrios de Almagro y Boedo, una de las áreas con menos espacios verdes de la Ciudad, con apenas 0,2 metros cuadrados de verde por habitante. Para diseñar los nuevos espacios se llevó a cabo un proceso participativo, a través de reuniones con vecinos del barrio, quienes se acercan a diario a la obra para observar las tareas de montaje.