Pocas rutas en la historia de la navegación han sido tan temidas y atractivas como el paso alrededor del Cabo de Hornos, en el punto más al sur de América del Sur. Un lugar que se ha cobrado incontables vidas, riquezas y barcos durante siglos y que hoy visitan los cruceros más exclusivos, para llevar a sus pasajeros al rincón del mundo donde se besan los océanos Atlántico y Pacífico.
El Cabo de Hornos es considerado el punto más meridional de América, aunque, en realidad, ese lugar le corresponde al islote Águila, en las islas chilenas Diego Ramírez. Es el más austral de los tres grandes cabos del hemisferio sur del planeta y marca el límite norte del Pasaje de Drake, que separa a América de la Antártida y une los océanos Pacífico y Atlántico.
El Cabo de Hornos no está en el continente, sino en una isla: la isla de Hornos. Es una isla remota, rodeada por un mar embravecido, donde parece estar situada la fábrica mundial de viento.
Cabo de Hornos: encantos al fin del mapa
El Cabo de Hornos intriga a quienes lo conocen. Tras sus hermosos parajes se esconde un lugar temperamental, que cambia de ánimo en minutos. Es un lugar donde el viento sopla con fuerza de temporal la mayor parte del año, despertando atracción y miedo desde hace siglos.
"Los marinos de todas las latitudes aseguran que allí, a una milla de ese trágico promontorio que apadrina el duelo constante de los dos océanos más grandes del mundo, en el Cabo de Hornos, el diablo está fondeado con un par de toneladas de cadenas, que él arrastra, haciendo crujir sus grilletes en el fondo del mar en las noches tempestuosas y horrendas, cuando las aguas y las oscuras sombras parecen subir y bajar del cielo a esos abismos".
Con estas palabras inquietantes, agitadoras de miedos varios, Francisco Coloane describía la intensidad de este increíble lugar en el fin del mundo: el Cabo de Hornos, en el archipiélago Tierra del Fuego. Un lugar al que llegan cada vez más cruceros, ubicado en la zona austral de Chile.
¿Dónde queda el Cabo de Hornos? ¿A qué país pertenece? ¿Es chileno o argentino? ¿Es peligroso? Estas preguntas se repiten entre quienes se asoman este rincón del mapa donde el Atlántico y el Pacífico estrellan sus aguas para generar belleza.
Cabo de Hornos: un lugar con mucha historia
El Cabo de Hornos o Cape Horn es un lugar tan bello como inhóspito, por donde circularon gran parte de los barcos que buscaban bordear el continente americano hasta la inauguración del Canal de Panamá, en 1914.
Si bien desde entonces la navegación se redujo notablemente, durante siglos fue una de las rutas comerciales más populares, pese a que las aguas en torno a él son particularmente peligrosas, debido a sus fuertes vientos y oleaje y la presencia de icebergs.
De hecho, navegar en sus aguas todavía se considera uno de los mayores retos náuticos, por lo que existen diversos eventos deportivos y turísticos que utilizan este paso, algunos como parte de la circunnavegación al globo, entre los que destacan importantes regatas de yates, como la Vendée Globe.
Hoy, el Cabo de Hornos y la región circundante de Magallanes albergan un ecosistema oceánico salvaje que incluye abundantes mamíferos marinos y aves marinas y el bosque de algas marinas más austral del mundo.
Sigue siendo la ruta más rápida para cruzar del océano Pacífico al Atlántico, a pesar de la apertura del Canal de Panamá y el Canal de Suez hace ya varias décadas.
Cruceros al Cabo de Hornos y Antártida
Aunque el tráfico ha disminuido considerablemente, muchos barcos y buques continúan pasando por Cabo de Hornos. Sin embargo, lo que más se ha incrementado en la zona son los cruceros, que llevan a los turistas a visitar los grandes glaciares y ventisqueros que aún hay en la zona, a pesar del calentamiento global.
Este destino comprende hermosas panorámicas que se ofrecen majestuosas a los visitantes, en condiciones climáticas favorables cuando las temperaturas no bordean los grados bajo cero.
Entre las bajas montañas llenas de nieve a los glaciares milenarios, las aguas del Cabo ven pasar a miles de turistas cada año, quienes buscan algo más de aventura a la hora de pasar sus vacaciones.
Desde Puerto Williams al Parque Nacional Cabo de Hornos, se puede distinguir una variada y hermosa topografía de islas, canales, fiordos y glaciares, en medio de un escenario que invita a caminar en los alrededores y realizar actividades al aire libre (si la temperatura lo permite).
¿Qué mejor que visitar el fin del mundo? Si tienes la oportunidad de conocer este rincón encantado, donde dos océanos se encuentran para enlazar al mundo, descubrirás algunos de los lugares más lindos del sur de Chile y de Argentina.
Lobos de mar, miles de pingüinos, focas, aves marinas y, sobre todo, la posibilidad de ver ballenas libres en el mar, son solamente algunos de los atractivos animales a ver en la zona del Cabo de Hornos.
No es arriesgado ni supone algún peligro. Allí llegan muchos deportistas buscando un desafío más grande a la hora de practicar diversos deportes y disciplinas al aire libre. Se realizan competencias de natación y de veleros, regatas y yates, llenas de adrenalina e imágenes para el recuerdo.
Siendo el paso obligado para quienes desean viajar hasta la Antártida, el Cabo de Hornos entrega el aire más puro de la tierra, con una serenidad espiritual única, que sólo se consigue al ver las verdaderas maravillas del planeta, sin importar cuán lejos de casa estén.
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