La Confitería del Molino fue uno de los inmuebles más emblemáticos y representativos de la ciudad de Buenos Aires. Pero el abandono la convirtió en una de las postales porteñas más oscuras. La expropiación en 2014 renovó las expectativas de los nostálgicos.
Tras dos décadas cerrada, el Estado Nacional compró en casi 182 millones de pesos la Confitería El Molino y los arquitectos confirman que podría volver a abrir sus puertas a fines del año próximo. Todo se encamina hacia su remodelación.
El inmueble se integrará al Congreso Nacional y pasará a formar parte de la denominada Manzana Legislativa
Los técnicos encargados de la puesta a punto del complejo prevén que la obra total esté lista para 2021. Además de la reapertura de la confitería, el proyecto incluye la instalación de un museo relacionado con la historia del lugar, y un centro cultural, que se llamará De las Aspas.
La Confitería Del Molino fue declarada Area de Protección Histórica (APH) en 1992.
Miguel Mármora, coordinador del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE) comunicó que:
“La idea es intervenir el edificio sin alterar su esencia, tal como se hizo en el Congreso"
De acuerdo con el plan de obras previsto, la evaluación de la restauración Del Molino se hará en tres etapas. Recién una vez terminadas estas etapas se podrán determinar los trabajos que es necesario realizar.
"El edificio está entero, no existe peligro de derrumbe. El único problema es el desprendimiento de mampostería externa, y por ese motivo es que se colocó en el exterior una malla protectora”, aseguró Mármora. De todas maneras, el experto detalló algunas de las falencias que sufre el interior del edificio: escaleras de mármol dañadas, paredes descascaradas, las puertas originales de los ascensores deterioradas, entre otros.
Respecto al museo, los responsables del PRIE explicaron que se armará un departamento tal como estaba a principios del siglo pasado.
El bar fue inaugurado en 1916 y se convirtió rápidamente en un centro de tertulia política y cultural. “Para reabrir la confitería es necesario hacer primero una investigación de su historia gastronómica, porque no quedaron registros de ello. Vamos a pedir a la gente que traiga fotografías para saber no sólo cómo se veía sino también qué se ofrecía en la confitería.
Reacondicionar sus salones será un gran trabajo en conjunto con la comunidad. Apuntamos a recuperar la importancia social y cultural que representaba para la Ciudad el lugar”, sostuvo Mármora.