
La temporada de avistaje de ballenas en Puerto Madryn comienza en Junio hasta Diciembre, regalándote que coincida con las vacaciones de invierno. Podrás encontrarte con las reinas del invierno en la Península de Valdes.
Cada invierno, la Península de Valdés, en la provincia argentina de Chubut, se transforma en el epicentro de uno de los espectáculos naturales más imponentes del hemisferio sur: la llegada de la ballena franca austral (Eubalaena australis), considerada la auténtica “reina” de estas aguas frías y protegidas
Vacaciones de invierno en la Península de Valdés
Es en esta época cuando los primeros ejemplares de ballena franca austral se aparean y dan a luz a sus crías en las aguas del Golfo Nuevo, frente a Puerto Madryn y a la pequeña localidad de Puerto Pirámides.

Este paraíso se encuentra en la provincia argentina de Chubut, a 1.500 kilómetros al sur de Buenos Aires y es la puerta de ingreso principal a Península Valdés, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999.

La llegada de las ballenas implica la llegada masiva de turistas, que disponen de varias operadoras habilitadas para realizar los paseos de aproximadamente de una hora de duración.

Durante el avistaje se pueden ver ballenas jugando, interactuando con las embarcaciones y a veces dando impresionantes saltos a poca distancia de la gente.

En 2015 la gran novedad fue el barco semisurgible “YELLOW SUBMARINE”, una embarcación de industria argentina que por primera vez ofreció la posibilidad de ver a las ballenas abajo del mar.

La ciudad de Puerto Madryn es uno de los puntos turísticos más importantes y visitados de la costa patagónica. Claro que el principal espectáculo de la zona lo ofrecen “ellas”, las famosas ballenas que con sus colas erguidas saltan sobre el agua para anunciar su presencia anhelada.
Comportamiento y ciclo de vida
Las ballenas francas australes llegan a los golfos Nuevo y San José, en la Península Valdés, para aparearse y dar a luz a sus crías, aprovechando la protección natural que ofrecen estas aguas calmas y poco profundas.
Los primeros ejemplares —adultos solitarios, juveniles y hembras preñadas— comienzan a arribar entre abril y mayo, pero la mayor concentración se da entre junio y septiembre, cuando pueden observarse grupos de cópula, madres con crías recién nacidas y juveniles en proceso de destete.
Su comportamiento resulta fascinante: saltos, coletazos y acercamientos curiosos a las embarcaciones son frecuentes, y su presencia constante frente a las costas convierte a la Península Valdés en un destino privilegiado para el avistaje garantizado
Características de la ballena franca austral: son de cuerpo curvado y no presentan aleta dorsal. Los machos alcanzan hasta los 12 metros y las hembras adultas pueden medir de 13 a 16 metros. Los exponentes adultos adquieren un peso de entre 30 y 40 toneladas.
Un espectáculo natural único
Presenciar el salto de una ballena franca austral en su hábitat natural es una experiencia inolvidable, que combina la majestuosidad de estos gigantes marinos con la belleza agreste de la Patagonia. Por todo esto, las ballenas francas son, sin dudas, las reinas del invierno en la Península de Valdés, un verdadero santuario de biodiversidad y uno de los mejores lugares del mundo para admirarlas en libertad.