Argentina es un país extenso y bello, con inmensas posibilidades turísticas por la enorme variedad de climas, relieves y paisajes. Y si bien Buenos Aires, las cataratas del Iguazú, el Norte argentino y la Patagonia reciben a la mayor parte de los turistas extranjeros, hay infinidad de rincones que descubrir a lo largo y a lo ancho de todo el territorio.
Buenos Aires es el primer centro receptor de turistas extranjeros, que valoran su cultura, su gastronomía y la calidez de su gente.
El segundo destino más visitado son las Cataratas del Iguazú, formadas por 270 cataratas de hasta 75 metros de altura, enmarcadas en un medio tropical exuberante.
La Patagonia y Tierra del Fuego también son otra gran atracción del país. Lagos, parques naturales, reservas faunísticas, glaciares, deportes de invierno, cotos de pesca y caza y mucho más: sus encantos son múltiples y convocan turistas del mundo entero.
El Glaciar Perito Moreno está ubicado en el extremo sur del Parque Nacional Los Glaciares, el segundo parque más grande de Argentina. Se extiende por la frontera con Chile por unos 200 km, y en él se encuentran una gran cantidad de glaciares que desembocan en dos grandes lagos: Lago Argentino, en el sur cercano a El Calafate, y Lago Viedma y su gran glaciar.
También el noroeste argentino, conformado por las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, es un lugar que enamora. Rústica, tradicionalista, pero sumamente acondicionada para la recepción de visitantes, esta porción arrinconada de territorio seduce con la dulzura de su música, retrotrae en el tiempo, y asegura la comodidad y el disfrute con una excelente infraestructura de servicios.
Ornamentada por cerros de variados e intensos colores y respetuosa del pasado aborigen que ha dejado sus huellas y costumbres impregnadas en toda la extensión, la Región Noroeste constituye un destino turístico ineludible si lo que se desea es interiorizarse de la historia argentina, su cultura y raíces.
En Jujuy está la Quebrada de Humahuaca, uno de los asentamientos históricos en la magnífica Quebrada de Humahuaca, un desfiladero dominado por estratos de roca naranja, verde, amarillo y púrpura-rosa.