Cada país tiene su propia marca en su idioma, diferenciándose del resto. Los acentos son algo muy distintivo de cada cultura, y casi que se la puede identificar con solo escuchar la forma en la que hablan los nativos del lugar. En Venezuela por ejemplo, hay una gran lista de frases venezolanas que suelen usar con bastante frecuencia en su día a día.
Frases venezolanas típicas
A continuación, mencionamos algunas de las frases que utilizan los venezolanos a diario y su significado.
“Echar los perros”
La frase viene de las corridas de toro, en donde se hostigaba al animal con una jauría de perros si no embestía. Tanto en Venezuela como en Colombia, la expresión es usaba como cortejo hacia otra persona, aunque parezca una amenaza escuchar dicha frase.
“Cotufas”
Las cotufas es la forma en la que los venezolanos llaman a las palomitas de maíz, pororó, pochoclo o popcorn. Como la palabra deriva del idioma inglés, hay una mezcla de traducciones que terminan de conformar al apodo.
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Como las palomitas de maíz provienen de los sacos de granos de maíz, nace la frase en inglés de “Corn to fry”. Así luego se transformaría en las “cotufas” de Venezuela.
“Jala Mecate”
El Jala Mecate se remonta a la época de la Guerra de la Independencia, en donde Simón Bolívar (El Liberador) le pedía a la gente que mecieran la cama para poder irse a dormir. Fue así que muchos oficiales y sargentos se ofrecían voluntariamente para halar el mecate de su hamaca.
Con esto, esas personas voluntarias se ganaban favores y también tenía un trato especial con beneficios por parte de Bolívar.
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“Corotos”
En Venezuela, “corotos” es sinónimo de objetos o cosas, proveniente de la colección de cuadros del pintor francés Jean-Baptiste Corot. Este artista perteneció al expresidente Antonio Guzmán Blanco.
Cada vez que tenía que cambiar de residencia le decía a sus empleados “¡Cuidado con los Corots!”, para que tuvieran precaución al embalar los cuadros, pero esto fue malinterpretado por ellos al pensar que “corots” se refería a todos los objetos de la mudanza.
“Echar un polvo”
Esta frase hace referencia a tener un acto sexual rápido y fugaz. Proviene de finales del siglo XIX cuando los caballeros decidían no ir a las reuniones sociales para inhalar polvo de tabaco (rapé), ya que no era muy educado hacerlo en público.
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Cuando estos volvían a la reunión, decían que se estaban “echando un polvo”. Con el tiempo esa frase se empezó a usar para los hombres que se escabullían para tener un amorío con alguna mejor a escondidas.
“Echarse un camarón”
Al hablar de camarón no se está refiriendo al animal acuático, sino a las pequeñas siestas que suelen tomar durante las horas de trabajo. La frase surge de las primeras exploraciones de petróleo en Venezuela, cuando los capataces norteamericanos querían dormir un rato sin que los obreros los vean.
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Por eso se excusaban diciendo “I’ll come around” (ya vuelov). Con el tiempo, la frase comenzó a sonarse más a la palabra “camarón”, y de ahí que quedó relacionada la frase con las pequeñas siestas durante las jornadas laborales.
“Jala Bola”
Hoy en día es el término que usamos para quien es un adulador, pero proviene de algo distinto que ocurría en las cárceles durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Aquellos presos con familias adineradas contrataban a un jala bolas para cargar con los pesados grilletes que tenían en los tobillos.
“Guircho”
Ser un Guircho significa ser una persona con un mal comportamiento social o tener pocos modales con los demás. Proviene de las palabras en inglés Wild Child (Chico Salvaje) y se usa más que nada en las ciudades occidentales del país.
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“Echar el muerto”
Significa dejar la responsabilidad de algo a alguien más. Proviene de la Edad Media, cuando se encontraba un cadáver y no había culpable, el pueblo entero debía pagar una multa. Es así que, para evitar pagar la multa, las personas no reportaban el cadáver y lo llevaban en un saco a otro pueblo. De esta forma, les echaban el cadáver y se les dejaba a ellos la multa.
“Macundales”
Las transnacionales que venían a explotar el petróleo en Venezuela generalmente usaban herramientas de la marca “Mack and Dale”. Fue así que los mismos obreros se referían a dichas herramientas de trabajo como las “macundales”. Actualmente, la expresión se refiere a objetos o cosas.
“Echarse las bolas al hombro”
Es una frase que hace referencia a una persona que floja o muy perezosa. Surge de la época de la dictadura de Juan Vicente Gómez, en donde los presos usaban grilletes, es decir bolas pesadas. Durante sus horas de trabajo forzoso, se tenía que levantar los grilletes al hombro para poder hacer que sus pies descansen.
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Por aquel entonces, este tipo de presos eran considerados como holgazanes, y es así que al día de hoy se atribuye la frase a las personas flojas.
“Mamarracho”
Es un término que se les atribuye a las personas que suelen vestirse mal o estar todo el tiempo desarreglados. La palabra proviene del árabe muharrig, que significa bufón o payaso.
“Dejar el pelero”
Significa huir a toda velocidad para evitar un peligro o una responsabilidad, aunque literalmente no se deje ni un pelo. Es muy utilizado cuando los jóvenes no quieren hacer sus tareas del hogar o escolares.
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La frase nace del rastro de pelo que seguían los indígenas venezolanos de los animales que habían salido corriendo al sentirse amenazados. Pero también existe la versión de que proviene de las barberías adriáticas populares entre los 60-80. Por aquel entonces, si un hombre se iba a cortar el cabello y no tenía dinero para pagarlo, se levantaba al final y se iba corriendo. Esto lo dejaba al barbero con “el pelero”.
“Echarle pichón”
Hace referencia a la acción de esforzarse para alcanzar alguna meta. Proviene de las bombas manuales de agua que tenían antiguamente los pozos de los pueblos. Había que hacer un gran esfuerzo físico para mover una palanca y extraer el agua.
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Esa palanca tenía un letrero que decía “Push on” (empuje), por lo que se decía “echarle pichón” para referirse a que había que sacar el agua del pozo.
“Musiú”
Es una palabra usada para referirse a los extranjeros que visitan Venezuela desde Europa. Proviene del francés “Monsieur”, que significa “Señor”.
“Echarse los palos”
Significa la acción de tomar licor. La frase nace con la abolición de la esclavitud, cuando los hacendados se negaron a pagar a sus antiguos sirvientes con monedas de plata y, en su lugar, hacían tablillas con el sello de la hacienda para canjearlas en las pulperías y bodegas por víveres.
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Muchos preferían comprar licor por lo que pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al tener que contar en que habían despilfarrado las tablillas o palitos, decían “me eché los palos”.
“Pela bolas”
Es una expresión que se le atribuye a alguien que tiene poco valor o utilidad. La frase viene de los jugadores de béisbol que no conseguían batear y “pelaban”, es decir que no le atinaban a la bola. Eran jugadores que por lo general terminaban en la banca durante el partido.
“¿Vas a seguir Abigaíl?”
La frase se utiliza cuando algo resulta ser fastidioso. Proviene de una telenovela llamada “Abigaíl”, transmitida por RCTV durante la década de los 80. La serie se volvió monótona y repetitiva, ya que estuvo durante mucho tiempo al aire en la tele. Es por eso que se volvía molesto ver que se transmitía otro capítulo repetido de la telenovela.
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“Muérgano”
La expresión nace en el siglo XIX, cuando el pirata inglés Morgan y sus compañeros los “Moranger” invadieron Maracaibo, saquearon y cometieron crímenes. Fue así que se relacionó la palabra con “Muérgano”, y actualmente se usa para señalar a las malas personas.
“Guachiman”
La palabra se la usan para nombrar a un vigilante o celador en el país. Proviene del inglés Watchman (guardián).
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