Choque cultural inverso: no es fácil volver a casa después de vivir en otro país

Hay muchas emociones y una gran felicidad, pero también es frecuente sentirse extraño, diferente, como si ya no encajaras del todo en ningún lado.

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Actualizado: 26 de mayo de 2023

Volver a casa después de haber estado unos años expatriado y viviendo en otro país, es llenar de aire los pulmones, es alegría, energía, abrazos interminables y fiestas continuadas de bienvenida. Hay muchas emociones y una gran felicidad, pero también hay contradicciones y muchos sentimientos encontrados.

Al regresar, al pisar el "hogar" soñado tantas veces, muchas veces descubrimos que no es tan fácil volver a casa porque los sentimientos se mezclan hasta lugares tan confusos como angustiantes. Según los psicólogos, es frecuente sentirse extraño, diferente, como si ya no encajaras del todo en ningún lado. Quien vuelve está diferente. Es otro, sin retorno. Los expertos lo llaman Choque Cultural Inverso.

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Corey Heller, en su artículo Returning Home After Living Abroad (Volver a casa tras haber vivido en el extranjero), explica: “No hay realmente una manera de describir este sentimiento a quienes no lo han vivido. Es como una caída libre, como flotar sin rumbo en unas aguas tranquilas. Te sientes fuera de lugar".

No es tan fácil volver: el choque cultural inverso

El "choque cultural inverso", el sentirse extranjero en el propio hogar, comienza cuando compruebas que la vida ha seguido mientras no estabas. Algo que parece obvio, por supuesto, pero no lo es. No del todo.

La vida siguió y las cosas cambiaron. Sin embargo, hasta ahora, no te afectaba. No vivías el cambio de costumbres y rutinas, los cambios en los vínculos, el cierre de los bares de siempre, o la aparición de palabras como boda, hipoteca o bebé en el vocabulario de tus amigos.

“No hay realmente una manera de describir este sentimiento a quienes no lo han vivido. Es como una caída libre, como flotar sin rumbo en unas aguas tranquilas. Te sientes fuera de lugar”

Corey Heller

Y ahora, que aparentemente estás en casa como antes, donde todo iba a ser fácil y fluir sin drama, encuentras que, desaparecida la euforia inicial, tienes que comenzar el proceso de readaptación a una vida que creías la de siempre, pero que resulta ser todavía más nueva que la que acabas de dejar atrás.

Cuanto mayor haya sido el tiempo afuera y la distancia, mayor será la tarea de reconstrucción y el riesgo de no sentirte nunca más como en casa. Es momento de volver a sentirse parte y tomará tiempo.

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Qué es el choque cultural inverso

El artículo "¿Hogar Dulce Hogar? Gestionando el Choque Cultural Inverso", publicado en la revista Forbes, explica: "si te quedas mucho tiempo en el exterior, nunca puedes volver a casa. Te vuelves un extranjero permanente, nunca lo suficientemente local y nunca satisfecho en casa”

Te encontrarás intentando entender cómo es posible que la sensación de que todo sigue igual conviva con la realidad de que todo ha cambiado, incluido tú. Heller plantea: "Vivir en otro país te cambia para siempre. Nunca serás el mismo y nunca verás las cosas de la misma manera".

Muchas veces esperarán que te comportes como siempre lo habías hecho. En este sentido, la University Studies Abroad Consortium de la Universidad de Nevada, recomienda "intentar ajustarse a la vida en el lugar de origen, sin perder las ideas y valores que te formaron mientras estuviste fuera, y resistir a la tentación de volver a tu antiguo yo para satisfacer las expectativas de los demás".

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Síndrome del viajero eterno

Entre tanto desconcierto, búsqueda de sitio y más bajones anímicos de los que te esperabas, un día te descubrirás pensando con nostalgia en esa ciudad de acogida de la que antes tanto querías salir. Echando de menos a la que fue tu casa en los últimos tiempos, pero que nunca llegaste a sentir como tal, de la misma forma que ahora no sientes tuyo este hogar que tanto tiempo lo fue.

Cuando vivido muchos años en otro país, volver a casa es iniciarse en el síndrome del viajero eterno, de los que una vez se fueron y ahora no saben volver, de los que no saben a qué lugar pertenecen y a qué lugar pueden considerar su hogar

En su artículo, Heller reflexiona sobre ese sentirse fuera de casa en todo momento y trata de ponerle remedio. "Ya no me hago la pregunta de si algún día volveré a tener la sensación completa de un hogar. Ahora me pregunto cómo puedo sentirme en casa, en el lugar en el que estoy en este momento, con estas experiencias, encontrando así, en cada momento, la forma de volver a casa".

Es importante tener en cuenta que la forma de actuar y de pensar del país en el que estuvimos viviendo, habrá dejado una huella en nuestro corazón, en nuestro cerebro, en nuestros hábitos. La experiencia hará que al volver a casa veamos todo con otros ojos. Pasado ese duelo, verás que hay mucha ganancia, mucho enriquecimiento. Para tí mismo y para compartir con los que amas.

Poner el foco en lo que sumaste y abrazar un rato lo que duele haber perdido, es parte de un proceso normal, que puedes transitar paso a paso.

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