En los últimos años, Europa ha consolidado su posición como un epicentro de rutas aéreas de larga distancia, tejiendo una amplia red de conexiones directas hacia Asia, América Latina y, más recientemente, Oceanía. Desde España, este fortalecimiento de la conectividad ha convertido al país en un actor clave en las relaciones aéreas internacionales, especialmente con América Latina.
Uno de los hitos más destacados de la aviación europea es la ruta directa entre Londres y Perth, operada por Qantas. Este vuelo, que recorre 14,500 kilómetros en aproximadamente 16 horas, no solo es el más largo actualmente en operación desde Europa, sino que también marca un avance en las conexiones con Australia. París y Roma también han comenzado a ofrecer vuelos hacia Perth, aunque con distancias y duraciones ligeramente menores, lo que refuerza la creciente presencia europea en Oceanía.
En el ámbito asiático, Tokio y los Emiratos Árabes Unidos destacan como destinos principales desde Europa. Tokio cuenta con conexiones directas desde aeropuertos clave como Frankfurt, Ámsterdam y Zúrich, con trayectos que oscilan entre 12 y 14 horas. Los EAU, por su parte, son un nodo estratégico con rutas directas desde países más pequeños o emergentes de Europa del Este, como Eslovenia, Letonia y Albania, entre otros.
España, aunque todavía no cuenta con vuelos directos hacia Oceanía, se ha consolidado como un puente esencial hacia América Latina. Desde el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, considerado el principal hub español, se operan rutas de larga distancia hacia destinos como Buenos Aires, México DF, Bogotá y Lima, con duraciones cercanas a las 13 horas. Este aeropuerto busca posicionarse como un referente en las conexiones entre Europa y América Latina, atrayendo tanto a pasajeros de negocios como a turistas.
Por su parte, el aeropuerto de Barcelona-El Prat también ha fortalecido su oferta de vuelos de larga distancia. Una de las rutas más destacadas es la conexión directa con Santiago de Chile, operada por LATAM Airlines y Level, que recorre más de 10,700 kilómetros en aproximadamente 14 horas. Barcelona también ofrece vuelos hacia Singapur, una ruta de 13 horas gestionada por Singapore Airlines, que amplía las posibilidades de conectividad hacia Asia.
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