A pesar de la innumerable variedad de destinos, de ecosistemas y de paisajes, Turquía sigue siendo un destino poco explorado por el turismo. Enclavado en el punto donde Europa y Asia se unen, este país está lleno de lugares cautivadores que rebosan de historia, cultura y tradiciones milenarias. Quizás por eso, los viajes a Turquía se terminan convirtiendo en una reconfortante sorpresa para quienes están en busca de nuevas y agradables experiencias.
En Turquía uno puede encontrarse con infinitas maravillas. Hay tesoros de la naturaleza, como es el caso de la ciudad de Capadocia o de Pamukkale. Hay yacimientos de arqueología de gran tamaño como en Éfeso, donde sobresalen las ruinas del antiguo Imperio romano. Y no te podés perder de conocer ciudades como Estambul, llenas de mezquitas y bazares para explorar.
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Turquía: turismo para todos los gustos
Esta rica tierra tiene mucho para ofrecer a los viajeros: llanuras y montañas, una cultura fascinante, habitantes cálidos y hospitalarios y una gastronomía con mucha intensidad y platos diversos.
Turquía es un país tan amplio y tan lleno de atractivos que sería muy difícil que puedas conocer todos sus fabulosos rincones en un mismo viaje. Por eso armamos una lista con algunos de los más fascinantes destinos del país, para que puedas organizarte y armar el itinerario que mejor se adapte a lo que querés disfrutar en tu viaje.
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Estambul: turismo urbano
A pesar de tener muchos apodos ( “la ciudad de las siete colinas”, “la ciudad de las mil y una noches”, etc.), ninguno alcanza para describir la energía y la belleza de Estambul. Una buena forma de describirla es refiriéndose a ella como una ciudad “puente”, que une Asia y Europa. De hecho, es la única ciudad del globo ubicada en dos continentes. Gracias a ello, las tradiciones y la cultura oriental se mezclan y combinan a la perfección con las occidentales como en ningún otro lugar en el mundo.
Estambul fue la capital de dos imperios muy poderosos en la historia, el romano-bizantino y el otomano, y esta relevancia duró 15 siglos. Hoy en día ya no es la capital del país, pero igualmente sigue teniendo mucha importancia a nivel económico, cultural, político y religioso. Con 15 millones de habitantes, es la ciudad de mayor tamaño en Turquía. Estos son los lugares destacados para visitar:
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- Istiklal: Es el corazón del comercio y de la vida nocturna de la ciudad. Se trata de una calle peatonal que se extiende por 1,5 kilómetros. Aquí podrás ver de primera mano el vibrante ritmo de Estambul. Del lado asiático de la ciudad podés recorrer Kadıköy, una zona plagada de bellísimos restaurantes y bares.
- Sultanahmet: este es el barrio turístico por excelencia. Recorriendo sus calles te encontrarás con los lugares que son visita obligada en Estambul, como el Palacio Topkapi, la Mezquita Azul y Santa Sofía, y también podrás descubrir otras iglesias y mezquitas.
- La Cisterna Basílica: también llamada “palacio sumergido”, esta cisterna es una de las visitas que tenés que hacer. Hay varias cisternas en Estambul que servían como depósitos donde se almacenaba agua en caso de que la ciudad fuera atacada.
- El Bósforo: este canal de 32 kilómetros de largo une Asia y Europa a través de dos puentes colgantes, y también une a dos mares: el Mar Negro y el mar de Mármara. Te recomendamos hacer el paseo en barco por el Bósforo, es una actividad en la que podrás ver varios palacios y también contemplar la belleza de Estambul desde otra perspectiva.
- El Gran Bazar: si querés sumergirte un poco más en la cultura oriental de Estambul, no dudes en visitar el Gran Bazar. Andá con tiempo porque es un lugar muy grande con muchísimas distracciones interesantes. Caminá por este laberinto de tiendas y pasillos donde se vende de todo y donde podés regatear todo. Aprovechá también para tomar un rico café turco. Tip viajero: anotá el número de la puerta por la que entraste porque, a pesar de que parece simple ubicarse dentro, si uno se desvía un poquito el sentido de la ubicación se esfuma.
- El Bazar de las Especias: también llamado el Bazar Egipcio, este lugar es uno de los mercados más viejos de la ciudad. Aquí vas a poder comprar los mejores alimentos típicos de Estambul como frutos secos, especias o dulces.
- El Puente y la Torre Gálata: son dos lugares muy lindos para visitar en Estambul en donde podrás tener vistas espectaculares de la ciudad. Te recomendamos subir a la torre, tomarte un par de fotos, y luego cenar en uno de los restaurantes de la parte inferior del puente.
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Capadocia: turismo aventura
Si uno de tus sueños alguna vez fue subirte a un globo aerostático, Turquía tiene un lugar en el que podrás cumplirlo: Capadocia. Esta ciudad escondida en el centro del país es, para muchos, uno de los lugares más espectaculares del mundo.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, te deslumbrará con su paisaje semejante a la luna que de vez en cuando es interrumpido por peculiares formaciones de roca a las que se les llama “chimenea de hadas”. Capadocia va a permanecer en tu recuerdo por ser un lugar mágico donde además podrás ver ciudades subterráneas, monasterios y casas excavadas en la roca.
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Obviamente hacer un viaje en globo es casi una obligación si visitás Capadocia. Hacerlo cuando amanece es una experiencia que no te olvidarás jamás. Una experiencia única en el mundo.
Los lugares en Capadocia que te recomendamos visitar son:
- El Museo al Aire Libre de Goreme: aquí podrás ver decenas de monasterios e iglesias abandonados que fueron construidos uno al lado del otro en laderas de roca. Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1984. Te sugerimos que este sea el primer lugar que visites en Capadocia ya que se encuentra en el centro de la región, con fácil acceso a todas las direcciones.
- Museo al Aire Libre de Zelve: se encuentra en las afueras de la ciudad de Goreme, a 10 kilómetros. En el pasado este lugar fue habitado por una de las poblaciones más grandes de la región. Es una ciudad subterránea que te dejará impactado con sus viviendas laberínticas donde cristianos y musulmanes convivieron en paz.
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- Uchisar: este antiguo castillo romano se ubica en el punto de más altura de la región de Capadocia, a 5 kilómetros de Goreme. Podés subir a la parte más alta del castillo y contemplar el paisaje del Monte Erciyes y sus alrededores. Al recorrer el castillo notarás que los cuartos excavados en la roca se conectan entre sí por escaleras, pasajes y túneles. Por desgracia hay lugares a los que no se puede llegar debido a la erosión.
- Pasabag: en este valle podrás ver las más extrañas y llamativas chimeneas de hadas con forma de hongos. También a esta región se le llama Valle de los Monjes porque es donde vivían los monjes ermitaños.
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Pamukkale: Turquía natural
Pamukkale quiere decir “castillo de algodón”. Este lugar es otra de las visitas que no pueden faltar si recorrés Turquía. Es de los lugares más bellos y peculiares (por no decir extraños) del mundo entero. Sobre su clara superficie hay piscinas de agua de un intenso turquesa, que por su aspecto parecen cascadas traídas de un cuento de hadas.
La montaña de Pamukkale se cubre de un manto de blanca sustancia a lo largo de sus 2700 metros de extensión y sus 160 metros de altura. Lo que ocurre aquí es un fenómeno natural: el calcio y diferentes minerales del agua de sus fuentes se han ido depositando y solidificando, formando esas pintorescas cascadas y piscinas de caliza y travertino en forma de medialuna.
El clima templado de la zona te invita a disfrutar de sus aguas termales dandote un baño terapéutico o a recorrer el lugar y poner a prueba tu habilidad fotográfica. Te recomendamos quedarte para ver el atardecer, momento en que el castillo de Pamukkale toma un tinte rosado y se asemeja a un algodón de azúcar.
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Éfeso: Turquía histórica
Éfeso es una de las ciudades de Asia Menor más antiguas y que mejor se ha conservado hasta el día de hoy. El origen de la ciudad es griego, pero su mayor esplendor fue durante la época romana. Se ubica a 3 kilómetros de Selçuk, en la provincia de Esmirna, oeste de Turquía.
Además de ser Patrimonio de la Humanidad, Éfeso es de los destinos arqueológicos más visitados del mundo: más de un millón de personas al año la recorren. Te recomendamos visitarla bien temprano para evitar los grupos grandes de gente, y también para que tengas tiempo para conocer este gran yacimiento arqueológico.
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En los alrededores de la ciudad podrás visitar la casa donde la Virgen María vivió junto a San Juan Evangelista, a quien Jesús le confió el cuidado de su madre.
La existencia de esta casa fue descubierta a principios del 1800, durante una excavación que se hizo cerca de una de las fuentes sagradas del Monte Pión. Después de un análisis de los restos de carbono 14 que había en la casa, los científicos pudieron confirmar que la Virgen María la habitó.
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