Es muy difícil poder opinar sobre cuál es el mejor helado de Roma, pero, Gelateria del Teatro, para nosotros, está en el el top 5 de esta fascinante ciudad.
Stefano y Silvia iniciaron este proyecto en 2006, llamándole Gelateria del Teatro.
De todas las heladerías de Roma, ésta se lleva dos premios: al entorno más fotogénico y el premio a la mejor galleta de cucurucho
Muy cercana a la Piazza Navona, esta heladería artesanal se encuentra al final de una escalera del Siglo XIII, justo donde se encontraba un antiguo teatro, de allí su nombre. El local hace esquina entre Via dei Coronari, también muy fotogénica, y el pequeño callejón de la escalera que bien vale una foto llamado Vía di San Simone.
Desde la calle, a través del cristal, se puede ver el interior del laboratorio y el proceso de elaboración de los helados.
Cuentan que el día de la inauguración solo hicieron 30€ de caja; quién diría que 11 años después mantendría siempre una fila saliendo del local y que aparecerían en las guías más importantes de la ciudad.
Incluso se han expandido con otra sede ubicada en Lungotevere dei Vallati 25, muy cerca de la Isola Tiberina. Lo malo es que, con el local siempre lleno, cuesta mucho ver todos los sabores, para poder decidir antes de que te toque el turno para pedir.
Solo trabajan con productos frescos de temporada, siguiendo el ritmo de la naturaleza y aprovechando las propiedades organolépticas óptimas de cada producto
Solo utilizan azúcar de caña blanqueado a vapor sin la intervención de ningún producto químico. Sus conos o cucuruchos, se elaboran de forma artesanal utilizando aceite de oliva. Hacen uso también de productos con “marchio d’origine” (marca de origen reconocida) como fresas de Terracina (en el Lazio), limones de la Campania, pistacho de Sicilia o avellanas del Piemonte.
Además de helado tienen otros productos de pastelería típica italiana como la torta della nonna, la crostata di marmellatta, el tiramisù o diferentes tipos de galletas con sabores tan clásicos como la menta o tan particulares como el peperoncino (chile).
Algunos de sus sabores se obtienen tras la infusión de hierbas aromáticas, por ejemplo Cioccolato bianco al basilico (chocolate blanco a la albahaca), Crema allo zenzero (crema al jengibre), Lavanda e pesca bianca (lavanda y melocotón blanco), Rosmarino miele e limone (mi favorito: Romero, miel y limón), Salvia e lamponi (Salvia y frambuesa) o Stracciatella alla menta. Los sabores clásicos como caffè (café), tiramisù, fragola (fresa), crema della nonna (elaborada con piñones italianos caramelizados), Pistacchio di Bronte certificato (pistacho con denominación de origen de Sicilia), zabaione o los chocolates en todas sus presentaciones no pueden faltar.
La espera en esa fila que sale por la puerta bien merece la pena. Una vez que tienes el tan deseado gelato en tu poder, puedes tomarlo en una de las mesas de su pequeña pero agradable sala, o también al aire libre en las escaleras tan bonitas de las que hemos hablado más arriba.
Luego siempre podés continuar tu ruta turística conociendo la Chiesa di San Salvatore in Lauro (la iglesia que se encuentra justo en frente, construida en el 1500, poco conocida pero que bien merece una visita rápida) y continuando hacia el río para ver el Ponte Sant’Angelo, el Castel di Sant’Angelo y la Corte Suprema di Cassazione; o dando un paseo por Vía dei Coronari (bellísima calle) en dirección a la Piazza Navona.
Via dei Coronari, 65-66