Viajar a San Marino es como visitar una parte más de Italia pero sin serlo de forma oficial. Está rodeado de territorio italiano y es un microestado de apenas 32.000 personas.
Viajar a San Marino es ir en busca de moda. En su viaje el turista verá como el país no ofrece productos o souvenirs típicos más allá de cerámica pintada pero sí una importante gama de tiendas de ropas outlet que llama la atención de sus visitantes, que suelen incluso ir a ella solo para realizar compras.
Su gastronomía es típicamente italiana, y la pasta, los quesos y las verduras son sus principales ingredientes. Destacan platos como el nidi di rondine, un plato de pasta al horno con jamón, ternera, queso y salsa de tomate, las piedas o piedinas servidas en pan de pita y elaboradas a base de mozzarella. Para el postre, la torta tre monti de chocolate y el cacciatello, un postre hecho con miel, azúcar y huevo similar al flan. San Marino produce sus propios vinos famosos.