En el vasto y asombroso paisaje de la Patagonia se encuentra un tesoro escondido que espera ser descubierto por los viajeros ávidos de experiencias únicas. Y para no perderse nada del viaje, te contamos qué hacer en Villa Llanquín y cuáles son las maravillas que tiene para ofrecer.
Qué hacer en Villa Llanquín
Este lugar, un oasis de tranquilidad y serenidad en medio de la imponente naturaleza cordillerana, se alza como un destino imperdible para quienes buscan escapar del bullicio de la vida cotidiana y sumergirse en un mundo de ensueño.
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Con la llegada de otro esperado fin de semana extendido, se abre la oportunidad de explorar este rincón mágico de Argentina. Desde el 28 de marzo hasta el 2 de abril, los argentinos tienen la oportunidad de seis días de descanso, un período ideal para embarcarse en una aventura hacia la fascinante Villa Llanquín, un pueblo que ha permanecido en gran medida desconocido para el turismo masivo, pero que ha dejado cautivados a aquellos pocos privilegiados que han tenido la fortuna de visitarlo.
Situado a unos 40 kilómetros de Bariloche, a lo largo de la ruta nacional 237, este enclave encantado ofrece un acceso único a través de una balsa gratuita que transporta a los viajeros desde las orillas de Neuquén hasta las de Río Negro, en el kilómetro 1610 de la ruta. Contemplar los impresionantes paisajes desde este punto de partida es una experiencia que trasciende lo ordinario y se convierte en un encuentro genuino con la belleza natural.
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Para aquellos que prefieren aventurarse por tierra firme, existe la opción de recorrer la ruta 23 hasta llegar a Pichi Leufú, aunque este camino de ripio no siempre se encuentra en las mejores condiciones. Sin embargo, cada bache en el camino es compensado con creces por la magnificencia de lo que aguarda al llegar.
Villa Llanquín, con su escasa población, abre sus puertas a los visitantes durante todas las estaciones del año, cada una revelando sus propios encantos y maravillas por descubrir. Uno de los aspectos imperdibles de esta experiencia es la oportunidad de explorar los campos de lavanda, sumergiéndose en los múltiples usos y aromas de esta planta aromática tan especial.
Actividades imperdibles
Este paraíso para los amantes de la naturaleza ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, desde la escalada y el trekking hasta la pesca y el ciclismo. Los entusiastas de la observación de aves encontrarán un verdadero paraíso aquí, mientras que los amantes del agua pueden disfrutar de paseos en bote por el majestuoso Río Limay o emprender una emocionante jornada de pesca.
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Para aquellos que deseen prolongar su estadía y sumergirse aún más en la magia de este lugar, se ofrecen algunas opciones de alojamiento que van desde acogedores campings hasta pintorescas cabañas. Aunque la infraestructura turística aún se encuentra en desarrollo y no hay circuitos turísticos establecidos, esto solo añade un toque más místico y auténtico a la experiencia, permitiendo a los visitantes explorar este rincón del mundo con absoluta libertad y asombro.
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