El puerto de pescadores de Mar del Plata es el puerto pesquero más importante de Argentina, en el que se destaca el sector de pesca artesanal, compuesta por una flota de barcos de pequeño tamaño de color amarillos o anaranjados.
Estos barcos parten a tirar sus redes, permanecen en alta mar algunos días y al regresar es posible apreciar toda la actividad de los pescadores descargando la pesca. Las gaviotas y lobos marinos se acercan a buscar su parte.
También turistas y locales van a los puestos de venta de conservas de pescados y mariscos, o también de pescado fresco que se consigue a precios económicos.
En el lugar se ofrecen paseos y excursiones en barco. Los paseos duran alrededor de 1 hora, visitando el interior del Puerto, Playa Grande, Cabo Corrientes, Varese, playas del centro y Casino, desde donde se retorna hacia el puerto.
El puerto se convierte en el paseo obligado que sirve de excusa para frecuentar uno de sus tantos restaurantes, casi siempre colmados de comensales. Es un lugar en el que se concentran restaurantes de todas las categorías para ofrecer exquisitos manjares en platos especializados a base de pescados y mariscos.
Lobos marinos en el puerto
A pocos metros de donde amarran los barcos de pesca se encuentra la reserva de lobos marinos. En este lugar, sobre la escollera sur, viven varias decenas de lobos marinos de un pelo. Muchos de ellos emigran a la costa uruguaya mientras que otros permanecen viviendo estables en el puerto.
El lobo marino fue declarado Patrimonio Natural de Mar del Plata.
La escollera es el lugar elegido por los pescadores que llegan con sus cañas y equipos a practicar su pasatiempo preferido.
Al final de la escollera hay un restaurante y un mirador (punto panorámico) desde el cual se aprecia una magnífica vista de la ciudad y el mar. También se observa la imagen del Cristo, al que los marineros confían su suerte en el mar.
En resumen, entre embarcaciones de colores y comidas de todo tipo, el puerto de Mar del Plata sigue siendo un punto elegido, tanto por extranjeros como por argentinos en su paso por "la Feliz".