En las noticias, es posible que hayamos escuchado sobre aerolíneas que planean pesar a sus pasajeros antes de abordar, lo que ha generado curiosidad y dudas entre muchas personas. Sin embargo, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha afirmado que esta medida se implementa por motivos de seguridad y eficiencia.
La EASA explica que las aeronaves se certifican en función de su masa máxima al despegue, que incluye el peso del avión, los pasajeros, el equipaje, el combustible y otros elementos de carga. Como sería complicado pesar a cada pasajero, tripulante y su equipaje antes de cada vuelo, las aerolíneas utilizan promedios estándar para estos cálculos. Estas medias se revisan periódicamente para asegurar que reflejan las tendencias actuales y mantienen los márgenes de seguridad adecuados.
El peso adicional en una aeronave requiere distancias más largas para el despegue y el aterrizaje, y afecta al consumo de combustible, lo que, a su vez, influye en la eficiencia y el costo del vuelo. Por lo tanto, si los pasajeros pesan más de lo previsto, las aerolíneas deben reducir la cantidad de carga o acortar la distancia que la aeronave puede recorrer.
Además del peso, el centrado es crucial para la estabilidad y el control del avión. Una distribución adecuada del peso asegura que el centro de gravedad del avión se mantenga dentro de los límites seguros, lo cual también impacta en el consumo de combustible. Las aerolíneas pueden ajustar las asignaciones de asientos y la distribución de la carga para mantener este equilibrio.
Antes de cada vuelo, el comandante recibe documentación detallada sobre la masa y el centrado, que incluye datos sobre el número y tipo de pasajeros, y verifica que no se excedan los límites establecidos. Si el peso real es mayor de lo esperado, las aerolíneas pueden tomar medidas como reducir el número de pasajeros o redistribuir la carga.
La EASA realiza estudios periódicos para garantizar que los pesos medios de los pasajeros y el equipaje reflejan correctamente las normas operativas. El estudio más reciente, de 2022, concluyó que el peso medio de un pasajero adulto con equipaje de mano es de 84 kilos, lo que confirma que las regulaciones actuales siguen siendo adecuadas para garantizar la seguridad y eficiencia en los vuelos.
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