Las ciudades que siempre han sido en si mismas objeto icónico del turismo parecían en el imaginario colectivo sitios intocables, museos urbanos imperecederos, espacios inmutables que están ahí para que el visitante recorra, conozca y admire.
Pero el negocio del turismo, que genera muchos puestos de trabajo especialmente en estas ciudades, no puede descansar un segundo si quiere mantener en alza sus acciones. Sabiendo que el mercado genera grandes dividendos, todas las ciudades, en mayor o menor escala se han lanzado a la caza de turistas con nuevas atracciones, nuevos paseos, nuevos hitos arquitectónicos.
Y Pisa, la histórica ciudad italiana, celebremente reconocida por ser sede de la torre más particular del mundo, aquella que amenaza con caerse desde hace siglos, ha decidido unirse a la masa de urbes que replantearon sus prioridades de turismo.
Esta ciudad de la Toscana italiana ha decidido agregar una nueva atracción para los turistas. Se trata de una Vuelta al Mundo o Noria, según como la denominana en diferentes regiones.
La nueva y moderna atracción tendrá una altura de 50 metros, apenas por debajo de la Torre de Pisa, el mayor atractivo de la región.
De todos modos, previendo que el remedio puede ser peor que la enfermedad, según indicaron desde la ciudad, se realizará una encuesta durante este verano europeo para ver la respuesta de turistas y locales ante esta novedad.
