Piazza Navona está situada en pleno corazón de la ciudad medieval, rodeada de estrechas callejuelas por donde resulta muy agradable perderse paseando sin rumbo.
En ella transcurre la vida cotidiana de los romanos, rodeada de cafeterías, llena de turistas, actuaciones callejeras y manifestaciones
Tiene forma ovalada debido a que sigue el trazado de un antiguo estadio, el de Domiciano, del s. I, que tenía capacidad para treinta mil espectadores; en el extremo norte se encuentran los restos de la entrada original al antiguo estadio.
Está rodeada de importantes edificios, como la Iglesia de Sant’Agnese in Agone de Borromini, o el Palacio Pamphili que actualmente alberga la Embajada de Brasil.
La Iglesia de Sant’Agnese in Agone está edificada sobre una iglesita medieval que se encontraba entre las ruinas del estadio para guardar la memoria de Santa Inés, martirizada en este lugar. La fachada cóncava de Borromini sirve para realzar la gran cúpula central sin invadir la plaza.
El aspecto actual de la plaza es obra del Papa Inocencio X Pamphili (+1655), que tenía en esta plaza el palacio familiar, que es justamente la actual embajada de Brasil, y decidió convertirla en la plaza más espectacular de la ciudad.
Destacan sus fuentes: en el centro la Fuente de los Cuatro Ríos, en la parte norte la Fuente de Neptuno, de 1574, y en la parte sur la Fuente del Moro, de 1576.
Fuente de los Cuatro Ríos: es la fuente central y es obra de Gian Lorenzo Bernini, data de 1651, de la época del papado de Inocencio X.
Hay cuatro gigantes posados sobre rocas que representa los cuatro ríos importantes que se conocían en ese entonces, el Ganges, el Nilo, el Danubio y el Río de La Plata. Sirve de pedestal a un obelisco egipcio, levantado en medio de la plaza como antiguamente se hacía en los circos romanos.
Mucha gente piensa que el gesto de una de estas estatuas manifiesta el desagrado de Bernini por la iglesia de Santa Inés, diseñada por su rival Borromini. Pero no hay nada de cierto en esta leyenda urbana, pues la fuente fue construida antes que la iglesia.
También están las figuras de siete animales, un caballo, un león, un dragón, un delfín, una serpiente de tierra, y una serpiente de mar, además de una paloma, emblema de la familia Pamphili.
Las dos fuentes menores, simétricamente dispuestas en los extremos, contienen esculturas realizadas en el siglo XIX, excepto la figura del moro, en el extremo más alejado del río, realizada por un discípulo de Bernini en el XVII.
La Plaza que está llena de animación por el trasiego de turistas y por los artistas callejeros que suelen instalarse en ella, tiene un colorido que atrapa. No dejes de recorrer las maravillosas calles que la rodean.