La construcción de el Coliseo Romano comenzó en el año 72 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato del emperador Tito. Tras la finalización de la construcción el Coliseo se convirtió en el mayor anfiteatro romano, con 188 metros de longitud, 156 metros de ancho y 57 metros de altura.
El Coliseo en la Antigüedad
Durante el Imperio Romano y bajo el lema de "Pan et Circus", el Coliseo Romano (conocido entonces como Anfiteatro Flavio) permitía a más de 50.000 personas disfrutar de sus espectáculos preferidos. Las muestras de animales exóticos, ejecuciones de prisioneros, recreaciones de batallas y peleas de gladiadores acompañaron durante años al pueblo romano.
A partir del siglo VI el Coliseo sufrió saqueos, terremotos e incluso bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Con un gran instinto de supervivencia, el Coliseo fue utilizado durante décadas como almacén, iglesia, cementerio e incluso como castillo para la nobleza.
Ático del Coliseo
Pasear por el Ático del Coliseo romano, el célebre anfiteatro, te transportará 2.000 años atrás, al apogeo del Imperio.
El fragor de las armas, el rugido de las fieras enfurecidas, los gritos, el público: todo será revivido
“Una mezcla increíble de ruidos y olores” envolvía a los 50.000 espectadores de todo nivel social, ordenadamente divididos en diversos anillos, cada uno en su asiento: de mármol para los más pudientes, de madera para la plebe, que estaba confinada a las partes más altas, donde apenas se veían los detalles de los combates y también los ruidos llegaban más atenuados.
Desde allá arriba la vista de conjunto era, sin embargo, única y espectacular, una maravilla que vuelve a ser accesible a todos, con un nuevo itinerario de visita que suma una nueva pieza al encanto del monumento más visitado de Italia.
“Un espectáculo inolvidable" se escucha cuando terminan el recorrido.
“Con la reconstrucción de la arena se comprenderá realmente qué quería decir ver un espectáculo en el Coliseo”
Por razones de seguridad, el nuevo recorrido está reservado a grupos de máximo 25 personas acompañadas por un guía. Comienza en el tercer nivel del anfiteatro, después de atravesar la única galería aún conservada como era originalmente.
El Coliseo es el mejor testigo del antiguo esplendor del Imperio romano
Mide 22.000 metros cuadrados. Dicen los que cuidan del Coliseo por la noche, que no es extraño oír en el silencio de Roma algún que otro rugido, asociado en la lógica a las bestias que, durante el Imperio de Augusto, Calígula o Nerón, sirvieron como espectáculo en el circo romano, e incluso algún que otro choque de espadas, empuñadas por gladiadores fantasmas.
Una galería intermedia que tenía la función de distribuir al público, que desde el segundo nivel (hoy el primer piso del anfiteatro) llegaba a los pisos más altos. Aquí las familias del pueblo pasaban a veces días enteros, se divertían, comían y a veces hasta se preparaban la comida, sobre todo “pollo y cereales”, cocinándolos en hornillos improvisados cuyos restos fueron hallados por los arqueólogos.
Tampoco faltaban los baños, prácticamente agujeros en el pavimento, instalados en la galería. Reconstruido por Luigi Canina en el siglo XIX, el quinto nivel hoy tiene el aspecto de una terraza descubierta, con extraordinaria vista al Coliseo y sobre la capital, pero también expuesta al sol y la lluvia.
En la antigua Roma no era así: los asientos más lujosos -los tronos de mármol para los senadores pero también los asientos de piedra de la burguesía rica- estaban cubiertos por una delgada cortina llamada velum, el sector de la plebe estaba reparado por un amplio pórtico que garantizaba protección.
Curiosidades de el Coliseo Romano
- El nombre original “Anfiteatro Flavio” fue sustituido por el de Coliseo debido a la gran estatua de Nerón que se encontraba situada en la entrada de la Domus Aurea, "El Coloso de Nerón". La Domus Aurea fue un gran palacio construido bajo las órdenes de Nerón tras el incendio de Roma.
- El emperador Tito inauguró el Coliseo con 100 días de juegos, lo que costó la vida a más de 2.000 gladiadores.
- El Coliseo tenía un techo de lona para proteger a la gente del sol. Debajo de la arena se situaban la maquinaria y las jaulas.
- Existen diversas teorías sobre que el Coliseo se llenaba de agua para la representación de batallas navales, aunque por el momento no ha habido investigaciones concluyentes.
- Cada Viernes Santo el Papa preside el Vía Crucis en el Coliseo. Siempre ha sido un lugar muy unido a la iglesia y este día se recuerda a los primeros cristianos que murieron en la arena.