Este lugar hermano de Legoland California ayuda a los niños (y a los adultos) a aprender sobre todo tipo de vida acuática, ya que permite vivir experiencias cercanas, tocar las criaturas de los recintos acuáticos y pasar por dentro de los extraordinarios tanques.
Más de 5,000 criaturas, tiburones, rayas, caballitos de mar, pulpos y peces tropicales (incluso el entretenido pez payaso “¡Hey, ese es Nemo!”), nadan, se arrastran y reptan en sus entornos subacuáticos, y hay miles de formas para que nosotros, los que no sabemos del mar, podamos disfrutarlos.
Camina por un túnel oceánico de 35 pies/11 metros, para conocer la Ciudad perdida de la Atlántida sumergida, una exhibición de 200,000 galones/757,082 litros, con cardúmenes de peces de colores brillantes haciendo remolinos (y algunos tiburones que enseñan sus dientes).
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Mirá el calendario de alimentación en este enorme tanque. También podés ver a los caballitos de mar comer su ración diaria de crustáceos o aprender cómo el personal del acuario usa la comida para enriquecer la mente de los enormes pulpos del Pacífico, que son sorprendentemente perspicaces.
¡Muy recomendable, no se olviden de ir si están en zona!
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