Las sirenas en esta época del año asustan al visitante primerizo. Es época de acqua alta y el ruido de las mismas indica que el agua está a punto de consumar su amenaza y que las callejuelas de Venecia quedarán inundadas en pocos segundos. Pero algo ha cambiado, las sirenas no suenan porque hay marea baja en Venecia.
La ciudad lleva una vida protegiéndose del fenómeno de acqua alta en esta época y construyó durante 30 años una enorme infraestructura de nombre bíblico (Mose) para frenar las embestidas acuáticas que el cambio climático ha acentuado. Está en marcha, y funciona. Pero este año no es necesaria.
Marea baja en Venecia
Nadie esperaba que un lugar asediado por el agua en esta época terminaría echándola de menos, ya que muchos de los canales del centro de Venecia se han quedado sin agua, un fenómeno relativamente corriente que había dejado de ocurrir en esta intensidad desde 2008.
Los cimientos de los palacios asomaron el miércoles por la mañana entre el barro. Las góndolas apenas pueden navegar por la zona de San Polo y los canales de Madoneta.
Los turistas asisten maravillados al espectáculo de la mayor industria turística del mundo varada sobre un montón de fango
“Si no es una cosa, es otra. Ya ve, aquí no ganamos para aventuras. Claro que trabajamos menos durante esas horas y muchas de las barcas privadas no pueden moverse”, dice Andrea, un gondolero apoyado en el ponte Bernardo, uno de los 436 que conectan las 121 islas de la ciudad de la laguna. “
¿Quiere dar una vuelta?”, prueba señalando el cartel que fija en 80 euros la media hora de paseo
El pico del fenómeno se produjo el miércoles a las seis de la tarde. Justo cuando la masa de turistas que acudió al Carnaval se marchaba de la ciudad arrastrando sus maletas y vaciaba, de paso, también sus calles.
La altura del agua de los canales ha estado estos últimos días muy por debajo de los 50 y 79 centímetros habituales. Lejos también del nivel alcanzado en 2019, en una de las peores acqua alta de la historia, cuando llegó a 187 centímetros.
La época es clave. Alrededor del 70% de los fenómenos de baja marea ocurre en este periodo: de enero a febrero.
La insólita postal veneciana, sin embargo, se debe ahora a una combinación de factores meteorológicos. Además de la evidente falta de lluvia que azota el norte de Italia, han coincidido en los últimos días una gran presión atmosférica, distintas corrientes marinas que afectan a la laguna y la luna llena.
El problema en Venecia es que los canales, sin otra posible vía de movilidad, conforman su red de circulación. Pero la ciudad está acostumbrada a todo tipo de amenazas y en el Ayuntamiento restan importancia a todo el revuelo que se ha formado. “No hay necesidad de medidas particulares. Quienes llevan las barcas saben que no podrán pasar por algunos canales. Es algo que gestiona la empresa pública de transportes”.
Fuente: El País